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Edad Media: El Condado de Castilla en el s. X
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Edad Media: El Condado de Castilla en el s. X
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Su padre, el conde de Lara, Gonzalo Fernández, había muerto en oscuras circunstancias, tras el turbulento advenimiento al trono astur-leonés de Ordoño II , en 916 . Su madre, doña Munia es una mujer enérgica (tanto que los documentos de la época la llaman ‘Comitísima’ –algo así como la condesísima) y logra mantener el condado de Lara para su hijo Fernán González, todavía niño. En 931 se fija el alfoz de Lara y las obligaciones de los repobladores con el señor. De esta misma fecha aparece un diploma en el cartulario del Monasterio de San Pedro de Arlanza en la que Fernán González y su madre Doña Munia ceden el monasterio del Casuar (con todas las tierras de alrededor, incluida Valdevacas) a dicho monasterio. Esto indica que Fernán González ya dominaba las tierras cercanas a Maderuelo. aunque se dude sobre la autenticidad de dicho documento, pues no es el original firmado por el conde y su madre, sino una “supuesta” copia de los siglos XI y XII hecha por los propios monjes de Arlanza Fuente: L. Serrano: Cartulario de San Pedro de Arlanza, Madrid, 1925, pág. 35)
En 932 Fernán González ya es reconocido Conde de Castilla. Esta situación se debe a su fulgurante ascenso en la corte de Ramiro II de León, gracias al apoyo prestado al monarca en la guerra civil que le ha enfrentado con su hermano y al matrimonio de Fernán con Sancha, hermana del rey leonés. Así, a finales de este año encontramos a Fernán González y su séquito en el que aparece su alférez Gómez Díaz –primera mención que se hace en Castilla a dicho cargo- presidiendo un pleito entre el monasterio de Cárdena y unas villas cercanas, en la mejor tradición de los jueces castellanos. La existencia de un séquito con su alférez (el portador de la enseña del conde en vez de la del rey leonés) nos habla de un grado elevado de autonomía respecto a la corte leonesa. De hecho, ya en estos años hay sólo una subordinación nominal del castellano hacia el rey de León. Igualmente, Fernán González domina el condado de Álava.
Durante unos años, Fernán González será un leal servidor del rey Ramiro II y juntos se enfrentarán a Abd Al-Rahmán III, primer califa de Al-Andalus (el título de Califa significa “príncipe de los creyentes”; por tanto superior al de emir o “gobernador”). Al-Andalus y Córdoba se encuentran en el cenit de su poderío y eso significa una grandísima amenaza para los líderes cristianos peninsulares. Así, en 932, Ramiro y Fernán González deciden montar una expedición de ayuda para la ciudad de Toledo, que se ha rebelado contra el poder de Abd Al-Rahmán desde 930. En el verano de 932 el ejército castellano-leonés se concentra en el Duero, cruza el Guadarrama y atacan la fortaleza de Magerit (Madrid). Magerit ya es una ciudad de cierta importancia como fortaleza que defiende el camino de Toledo. Ramiro y Fernán González toman Madrid y obtienen un gran botín, pero no pueden impedir que Abd Al-Rahmán acabe con la revuelta toledana. En 933, Abd Al-Rahmán contraataca y un ejército avanza sobre Castilla desde la parte oriental de Soria. Pronto Osma y San Esteban de Gormaz quedan cercadas. Fernán González ha pedido ayuda al rey de León, mientras él mismo se hace cargo de la defensa de Osma. Ramiro II acude con un ejército que levanta el sitio de San Esteban y llega hasta Osma. A las puertas de esta ciudad, el ejército califal sufre una derrota y debe retirarse. Al año siguiente, otro ejército de Abd Al-Rahmán III avanza de nuevo sobre Osma. Ramiro II, aún en tierras sorianas con su ejército, decide esta vez encerrarse en los muros de Osma y no presentar batalla. Fernán González hace lo propio en San Esteban de Gormaz. Por tanto, el califa no encuentra ningún impedimento en su camino. Todos los castellanos se han refugiado en castillos. Tras asolar la región de Álava, de regreso, toman y destruyen Burgos. Lo mismo hace con el monasterio burgalés de Cárdena. Cerca de sus bases del Sur del Sistema Central, el ejército castellano-leonés de Ramiro II y Fernán González les sale al paso y el califa vuelve a ser derrotado a las puertas de Osma.
Pasados unos años, en 939, el Califa Abd Al-Rahmán prepara lo que se presume como la expedición definitiva contra los castellano-leoneses. Reúne un ejército de 100.000 soldados en Córdoba y a finales de julio ya se encuentra el califa y su ejército frente a Simancas (actual provincia de Valladolid). Dentro de la villa amurallada se encuentra el rey Ramiro y sus Condes. El día 19 de julio se había producido un eclipse de sol que fue tomado por los cristianos como una señal de buen augurio. El historiador musulmán Ibn Hayyan nos habla de una larga batalla que dura varios días (se lucha solamente a la luz del día, de noche los ejércitos se retiran a descansar). La derrota musulmana fue grave y si no fue mayor se debió a que los cristianos prefirieron saquear el campo y el campamento musulmán antes de perseguir a las tropas del califa. Abd Al Rahmán III sigue el Duero por su ribera norte en su retirada hacia San Esteban de Gormaz.
A su paso por Roa, los musulmanes del distrito de Guadalajara le ruegan al califa que remonte el río Riaza y de un duro escarmiento a los pobladores de nuestra comarca ya que sufren continuas correrías de grupos de Ayllón, Maderuelo, Montejo y Aza que cruzan la sierra y caen sobre sus tierras y propiedades. El historiador Ibn Hayyan cuenta:
La destrucción debió ser grande. La fortaleza de Maderuelo fue abandonada. Lo mismo puede decirse de Montejo y Ayllón. Cuando llegaron a la Sierra, el ejército califal cruzó hacia Fresno de Caracena y las tierras de Atienza. Una vez franqueada la Sierra, en Albendiego o Alhándega, un ejército formado por las gentes de Osma, San Esteban y Caracena, ayudadas por la gente de Montejo, Maderuelo y Ayllón (que han podido rehacerse) derrota a la retaguardia del ejército de Abd Al-Rahmán.
La derrota musulmana de Simancas es aprovechada por los castellano-leoneses para llevar hacia el Sur la frontera. Fernán González avanza hacia Somosierra repoblando toda la zona, empezando por Sepúlveda. Riaza también es ocupada aunque su repoblación es muy débil. En Maderuelo, además de la guarnición, empieza a haber una población de campesinos que ponen en labor las tierras de la vega del Riaza. El rey Ramiro encarga a otro magnate castellano, Asur Fernández (miembro de la familia Ansúrez, rivales de la familia Lara y Fernán González) la repoblación de Curiel, Peñafiel (ambas en Valladolid) y de Cuellar (Segovia). Con estas tierras se crea el condado de Monzón, que es un tapón entre el condado de Castilla de Fernán González y el reino de León. La expansión hacia Tierra de Campos de Fernán González se ve así cortada. Es posible que la repoblación de Sepúlveda y su zona (al sur de las tierras del condado de Monzón, cerrando su natural expansión hacia el sur) fuera una respuesta de los Lara a los Ansúrez. De hecho, las relaciones entre el rey de León y Fernán González se han enfriado enormemente. Castilla, de todas formas, tiene un estatus especial dentro del reino (en forma de privilegios y gran autonomía). En 943, Ramiro y Fernán González están enfrentados abiertamente, ya que en este año Fernán González está preso en León y figura Asur Fernández como conde de Castilla. No están muy claros los hechos pero en 945 Fernán González vuelve a aparecer en los documentos como dignatario de la Corte de León, aunque no ha podido aún recuperar el condado, que sigue ostentando Asur Fernández. La situación confusa en Castilla es aprovechada por los musulmanes que ocupan y fortifican Medinaceli (Soria), base desde la cual pueden acceder fácilmente hacia el valle del Duero y será motivo de no pocos quebraderos de cabeza para los cristianos de aquí en adelante. Además, ocupan un cerro que domina el río Duero, muy cerca de Osma (Gormaz) y establecen una fortificación.
El apoyo de infanzones de segundo rango y pobladores de las villas castellanas a Fernán González (que conspira para recuperar su condado) hace que el Lara sea restituido en su título en 947. Incluso, parece que sus relaciones con Ramiro II vuelven a ser buenas ya que, poco antes del fallecimiento del monarca (en 950) Fernán González casa a una de sus hijas (Urraca) con el heredero del trono leonés, Ordoño III. Durante los pocos años del reinado de Ordoño III (950-956) Fernán González es el dueño de la situación política del reino. Unos cuantos años de relativa calma, han servido para afianzar la conquista y repoblación del Sur del Duero, sentando las bases de la futura Extremadura Castellana. Pero los musulmanes vuelven a hostigar a Castilla. En 955 se organiza una aceifa destinada a saquear el valle del Duero, pero Fernán González les sale al paso con su ejército y en las cercanías de San Esteban de Gormaz derrota a los musulmanes.
La muerte de Ordoño III sin descendencia desemboca en una guerra civil entre los partidarios de Sancho (hermano del rey) y Ordoño (tío de Ordoño III). Fernán González impone en el trono a Ordoño, pero Sancho, con gran parte de la nobleza leonesa de su lado sale vencedor. Ordoño IV huye a Castilla y Fernán González es apresado en 960. Pese a todo, la situación de Sancho debe ser bastante precaria, ya que ordena liberar al Conde de Castilla, con la promesa de Fernán González de apoyar a Sancho en lo sucesivo. Con Fernán González de nuevo libre, la situación del condado de Castilla es de práctica independencia. Solamente existe un vasallaje puramente nominal que el conde ofrece al rey de León. La leyenda dice que Sancho dio la independencia a Castilla a cambio de un azor y un caballo del castellano:
Esta es la leyenda.
Las luchas intestinas por la sucesión del trono leonés y el cautiverio de Fernán González han sido aprovechados por los musulmanes para ocupar San Esteban (961) y construir una imponente fortaleza en Gormaz que les sirva de base de operaciones desde las que razziar el territorio castellano. La zona de Maderuelo y Ayllón, primera línea de defensa, se ve fuertemente amenazada y la repoblación de ambas villas sufre un frenazo. Recobrada la libertad, Fernán González consigue recuperar San Esteban en 963 y restablecer la situación de equilibrio frente a los musulmanes. Ya es Castilla una poderosa región llena de hombres libres y decididos, con grandes monasterios, con infinidad de fortalezas, gobernada por un Conde descrito por los cronistas como “fuerte, audaz, generoso, benigno, altivo, religioso, belicoso y afable” .
Estamos recopilando datos...Ya has leído cómo se afianzaba la repoblación, gestándose la Extremadura Castellana. Castilla se enfrentó al inmenso poderío cordobés pero la lucha por el control de la vertiente norte de la Sierra y el Duero sólo ha comenzado. Si te interesa cómo se repobló el Riaza ...
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