Al romper el alba, jinetes y peones de los alrededores de la Villa se ponen al lado de la milicia, parando ante las puertas.
Izando la enseña principal, el sayón manda pasar revista a la hueste y formar filas. Aunque ninguno se mueve hasta que el alférez lo manda.
"Quebrando los albores, encabalgados y peones en derredor de la Villa, se acostan a la milicia posando ante las puertas
Metiendo la seña cabdal en somo, el sayón manda veer el almofalla y entrar en hazes. Maguer non derrancha ninguno fata quel alférez lo manda"