Fonsado y Leva de la milicia
Arenga y Bendición de enseñas
Acuño de moneda
La curia regia exige el yantar
Disparos del almajeneque
Batalla del Puente Viejo
Bailes al son de gaitas y cena
Ordenación de un freire del Temple
Gentes de Maderuelo
Nuestros Rincones y campamentos
Retorno de la hueste
Exhorto del hermano dominico
Tenderos y Artesanos
Liza y desafíos entre espadanos
Cabezudos y Pasacalles
Disparos de Almajeneque al ocaso
Disparos de Almajeneque en la Noche
Año tras año pretendemos divulgar diversos aspectos de la vida de las gentes que poblaron esta Villa hace unos 800 años. Por ello todas las escenas tienen un trasfondo histórico.
El obispo de Sigüenza pernocta en la Villa y bendice los pendones y guiones de la milicia, que han sido depositados la vispera en la iglesia mayor. Se trata de una ceremonia que se remonta siglos atrás, cuando el ejercito visigodo partía en campaña desde Toledo.
Un heraldo anuncia la llegada del Rey y su curia toda. Según es Fuero, el Rey debe pedir el yantar al concejo. Los villanos, aunque no apelan a su derecho foral de negar el yantar a su Rey, afrontan la nueva con disgusto, por el cuantioso gasto que acarrea.
En el fuero, se regula cuánto debe aportar cada parroquiano en leña, vino, paja o comida para dar posada a la curia regia. Como compensación, el Rey suele conceder audiencia y hacer donación de algunas prebendas. Sirviendo en la milicia, algunos villanos portan fustíbalos, una suerte de honda enastada, capaz de lanzar proyectiles con terrible fuerza. Con ellos hostigarán a una mesnada enemiga que tratará de tomar el Puente Viejo y asaltar la ermita de la Veracruz.