El periodo de actividad vegetal (PAV) relaciona las temperaturas y la formación de biomasa vegetal, siendo necesario temperaturas superiores a 7,5 ºC para que el crecimiento se produzca. Globalmente considerado, el espacio de Maderuelo posee un PAV que se extiende, aproximadamente, desde mediados de marzo hasta mediados de octubre. Sin embargo, el comportamiento de las especies presenta significativas diferencias:

En general, las especies de hoja perenne son capaces de crecer inmediatamente después de pasado el periodo invernal más desfavorable (cuando la Tª media mensual está por debajo de 7,5ºC) mientras que las plantas de hoja caduca (fanerófitos caducifolios) tienen un periodo vegetativo más corto.

 Durante estos 7 meses favorables para el crecimiento vegetal, es fácil observar que la vegetación de ribera es el grupo de plantas que más biomasa desarrolla, seguramente al asentarse sobre los suelos más ricos y profundos del fondo del valle del Riaza y gozar de abundante agua freática.

Los pinares de repoblación, las masas boscosas de encina y quejigo (fagáceas) y los sabinares irían en orden decreciente atendiendo al crecimiento anual de su biomasa o materia orgánica.

Cabe mencionar, por otra parte, que debido a la edafología de la zona (suelos asociados con yeso), en la mayor parte del territorio existe un horizonte de humus muy poco desarrollado y profundo sobre los materiales calizos.

 

P	roductividad potencial forestal

Todo ello induce a que Rivas-Martínez encuadre la Productividad Potencial Forestal de la mayor parte del terreno en la Clase V, definida como “tierras que tienen limitaciones graves para el mantenimiento de bosques productivos”, e identificada con litofacies que producen suelos mediocres y que, en consecuencia, limitan el crecimiento del arbolado. La Productividad Potencial Forestal se hallaría entre 1,5 y 3m³/Ha/año.