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El
suelo es el resultado de la interacción entre los agentes atmosféricos y
biológicos sobre la superficie de la tierra. La ciencia que estudia el suelo se
denomina edafología y es con frecuencia incorrectamente incluida o
confundida con la geología, disciplina con la cual, si bien presenta
ciertas conexiones de gran interés, se debe diferenciar claramente.
De forma sencilla, podemos apuntar que la influencia de numerosos
agentes (lluvia, temperatura, vegetación, fauna, topografía...) y a lo
largo del tiempo, generan un suelo determinado en función del tiempo
transcurrido. Resulta evidente comprobar las infinitas variantes según se
combinen todos estos factores. Precisamente por estos mismos motivos, podemos considerar numerosas clasificaciones, más o menos ordenadas según el nivel de desarrollo o evolución del suelo, según el sustrato de origen, según las vegetaciones que alberga...
No
es el objetivo de este apartado explicar ningún aspecto teóricos sobre
la ciencia que estudia los suelos. Nos conformamos, sin embargo, con
promover la inquietud de observación.
Nada nos alegraría más que saber alguna mente despejada nos
trasmita cualquier día que, al observar éste o aquel corte de o talud
de carreteras ha comprobado que la parte de arriba se diferencia del
sustrato geológico. Sólo con eso, nuestro esfuerzo quedará
satisfecho.
Por eso, y en este primer paso, hemos preferido incluir sólo 4 dibujos sobre los suelos más frecuentes a encontrar en Maderuelo. Estas imágenes están tomadas sobre el maravilloso libro de W.L. Kubiena “The Soils of Europe” que editó precisamente en España en 1.950.
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