|
|
||||||||||||||||
En primer lugar, y para evitar confusiones (frecuentes, por otra parte, a nivel popular y en los medios de comunicación), hay que distinguir entre:
Por lo tanto, el tiempo se refiere a unas condiciones atmosféricas en un momento concreto y el clima a una caracterización general de valores medios, máximos mínimos por estaciones, meses, años…
Antes de concretar el clima reinante en Maderuelo, es necesario conocer el clima nacional y regional, del cual nuestro pueblo será una variante más. Como el resto de la Península Ibérica, Castilla y León se encuentran localizados en la zona templada del Hemisferio Norte, en el dominio de la circulación atmosférica de los Vientos del Oeste, o Westerlies, que son consecuencia del contacto entre las masas de aire de origen polar, en su desplazamiento hacia el sur, y las masas de aire de origen tropical, en su desplazamiento hacia el norte. La proximidad a las altas presiones subtropicales (i.e. anticiclón de las Azores) y la situación entre las masas continentales euroasiática, africana y atlántica, son los factores que determinan el clima de la península, con variaciones periódicas de la circulación del jet-stream, en las partes altas de la Troposfera y del Frente Polar en las altitudes bajas, así como por las altas presiones atlánticas y las altas presiones continentales. El Jet-stream es un sector del cinturón de flujos de los Vientos del Oeste donde el gradiente térmico es mayor y por tanto también la velocidad del viento. Actúa como director del juego climático en estas latitudes (García Fernández). Así, durante el invierno, los cambios del tiempo atmosférico se producen por la circulación este-oeste del Jet-stream en la Alta Troposfera. A veces genera vaguadas de aire frío, de circulación ciclónica, que avanzan hacia el sur provocando tiempo frío, inestable y precipitaciones, mientras que las cuñas o crestas de dirección norte, llevan aire cálido y de circulación anticiclónica, son las responsables de los periodos de estabilidad invernal. Coincidiendo en su evolución con la del Jet-stream, el Frente Polar es el choque en las capas bajas de la Troposfera, de masas de aire frío del norte con aire cálido subtropical. Esto forma cuñas de aire frío, de dirección sur, que levantan el aire cálido provocando su enfriamiento e inestabilidad. Suelen coincidir las depresiones del Jet-stream en la alta Troposfera y las del Frente Polar en la baja Troposfera. En verano, la circulación norte-sur del Jet-stream fuerza el repliegue hacia el norte, siguiendo la vertical del sol, del Frente Polar, y la llegada a nuestras latitudes del Anticiclón de las Azores, principal protagonista de los tipos de tiempo estables y soleados que caracterizan la estación estival en la península. En suma, la Península y la región se ven influenciadas por la presencia de dos principales anticiclones o centros de altas presiones: el de las Azores y el Continental Europeo y, secundariamente, por el Anticiclón Atlántico, el Británico y el Africano.
Castilla y León comparten la misma dinámica de vientos que todo la mitad norte peninsular. Pero, a pesar de estar a la misma latitud, el clima castellano-leonés se ve influenciado enormemente por la configuración morfológica de Castilla y León. El conjunto de altas montañas que bordea la Cuenca del Duero actúa como una barrera, aislándola de las influencias marinas y, en consecuencia, eliminando su efecto atemperador. Ese es el motivo de que en Castilla y León se produzcan grandes contrastes térmicos anuales y el clima tenga rasgos de continentalidad. Además el cinturón montañoso se interpone en el paso de los frentes nubosos, provocando fuertes diferencias termopluviométricas entre las vertientes y espacios situados a sotavento y barlovento del mismo. Las vertientes situadas a sotavento no sólo reciben menor cuantía de precipitaciones que las de barlovento, sino que también el aire que traspasa la barrera montañosa llega a la Cuenca con un porcentaje de humedad absoluta muy bajo, ocasionando enfriamientos por la fuerte irradiación nocturna. El clima presenta una acusada oscilación térmica diurna, ya que por ausencia de nubosidad las temperaturas alcanzan valores muy bajos durante la noche, al perderse la mayor parte del calor acumulado en el suelo. Las temperaturas medias nunca alcanzan valores muy elevados ya que aunque las máximas absolutas sean altas, las bajas también lo son. Además, cualquier estudio de clima debe tener en cuenta la variedad de altitudes y orientaciones hacia el viento que presenta las distintas comarcas castellano-leonesas. Cabe destacar, las elevadas altitudes de las llanuras interiores, donde se producen asiduamente el estancamiento de las masas de aire frío (fenómeno conocido como inversión térmica) que alargan los periodos fríos. En resumen, el clima castellano-leonés, aunque derivado del tipo mediterráno, subre los citados efectos que lo desnaturalizan y caracterizan por:
El Clima de la Comarca de Maderuelo se corresponde con una variante continental del clima mediterráneo. Dicho clima es similar al que se presenta en la mayor parte de las altas tierras castellanas, riojanas y aragonesas, principalmente en los páramos y presierras de Palencia, León, Zamora, Salamanca, Ávila, Soria, Segovia, Valladolid, Burgos, Teruel y Guadalajara.
De forma sencilla, el clima se caracteriza por: Inviernos muy rigurosos y fríos. Veranos cálidos y secos, pero cortos. Las precipitaciones se reparten de forma bastante homogénea entre el otoño, invierno y primavera, y son más reducidas en verano (principalmente en julio y agosto).
Algunos datos medios interpolados entre las estaciones meteorológicas de
referencia son:
8.7
°C
454,4
mm
Temperatura
media de invierno
1,6 °C Pluviometría
media de primavera 126,6
mm
Temperatura
media de verano
17 °C Pluviometría
media de verano 86,6
mm
Temperatura mínima -9°C Pluviometría
media de otoño 11
9 mm
Temperatura máxima 38,4°C
Pluviometría
media de invierno 121,5
mm
a lluvia en Maderuelo (Pluviometría)
Las precipitaciones en Maderuelo, al igual que en el resto
de la Cuenca del Duero, se caracterizan por su escasez y por su
irregularidad anual e internanual.
La precipitación anual 454,4 mm., lloviendo o nevando un
promedio de 132 días al año.
La época de lluvias comienza en el otoño, con un índice
pluviométrico que oscila entre los 34 mm. de septiembre y los 39,1 de
octubre. Es el momento en que la circulación del
Jet-stream alcanza su posición más meridional en esta latitud,
y se mantiene hasta la primavera, época en que las lluvias están asociadas
a la circulación de norte a sur de masas de Aire Polar y Aire Ártico o
incluso, aunque en menor proporción, a gotas frías del mismo origen,
siendo mayo y junio los meses más lluviosos de esa estación (46,2 y 46,5
mm. respectivamente).
Sin embargo, es en invierno, sobre todo en los meses de
noviembre y enero, cuando se producen las precipitaciones más cuantiosas a
consecuencia de la penetración de las grandes borrascas (48,4 y 43,1 mm.)
aunque los valores absolutos de las precipitaciones varían mucho de unos
años a otros, poniendo de manifiesto la irregular distribución interanual
de las lluvias.
Puede apreciarse que existen pocas diferencias
estacionales salvo en verano cuando la escasez de las precipitaciones es
verdaderamente acusada. Las precipitaciones medidas de los meses de julio
y agosto son inferiores a 25 mm., (19,7 mm. en julio y 23,3 mm. en
agosto). En junio y septiembre, las precipitaciones superan ya el
índice de 30mm., pues son una transición desde la primavera o hacia
el otoño.
Estas lluvias veraniegas suelen tener un carácter muy
irregular, ya que normalmente se trata de tormentas (chaparrones de corta
duración) o de chubascos aislados de escasa identidad que raramente
continúan después de pasadas dos horas. Estas precipitaciones también
suelen estar asociadas a situaciones de masas de aire polar o a gotas
frías del mismo origen, pero en verano son menos intensas por que el suelo
caldeado templa las masas de aire ya desecadas al remontar la Cordillera
Cantábrica y el macizo Galaico-portugués.
En resumen, el régimen
pluviométrico de Maderuelo se caracteriza por la reducida cuantía de las
precipitaciones a lo largo del año, con veranos áridos. as temperaturas en Maderuelo (termometría)
Al igual que ocurre con la lluvia y la nieve, la
temperatura en Maderuelo está condicionada por la configuración
morfológica de la submeseta norte que endurece las características
mediterráneas del clima.
INVIERNO
La larga duración del invierno y sus reducidas
temperaturas son las características fundamentales de esta estación. Hay
seis meses con temperatura media inferior a 10º C (de noviembre a abril)
lo que indica un invierno climatológico superior al astronómico.
Inviernos tan largos son debidos,
no sólo a la penetración de las masas de aire frío, propias de estas
latitudes en esta época del año, por la acción del jet-stream, sino
también, a la geomorfológia de la cuenca del Duero. Como se vio, es
una cuenca interior de elevada altitud media y rodeada de montañas que
impiden la influencia atemperante del mar y provocan una reducción de las
temperaturas. P
or ello los inviernos son intensamente fríos, sobre todo
en los meses centrales (diciembre, enero y febrero), cuyas temperaturas
medias son casi siempre inferiores a 5 grados. El mes más frío es
diciembre con temperaturas medias de 3,7º seguido de enero con 3,8º.
También son normales en estos meses las temperaturas negativas. La media
de las mínimas de enero se encuentra por debajo de 0º C. Los meses
centrales del invierno siempre alcanzan temperaturas mínimas absolutas
negativas, llegando incluso a descender a -15º C en enero. Las
temperaturas más bajas suelen estar asociadas a las penetraciones del aire
Polar Continental proveniente de Europa Oriental. En invierno,
coincidiendo con las penetraciones de aire frío las precipitaciones toman
la forma de nieve, con número medio de días que oscila entre 3 en
diciembre y 3,7 en febrero.
En contrapartida, la llegada de masas de aire templado
procedente del Atlántico o del Norte de África produce mejoría del tiempo
invernal, pudiendo alcanzar entonces las máximas absolutas hasta 22º C o
más. Las masas de aire tropical son muy estables por lo que la pérdida de
calor durante la noches es grande registrándose mínimas que apenas superan
los 0º C y oscilaciones térmicas diarias de hasta 9º C.
Otra característica de los inviernos, es el elevado número
de días en los que la temperatura es igual o inferior a 0º C.
Nº medio de días con temperaturas ≤ 0º C
E
F
M
A
M
O
N
D
17,1
14,0
13,6
6,3
0,6
2,1
11,3
16,7
Esto significa la posibilidad de heladas en primavera y
otoño, estaciones en las que sus efectos son muy perjudiciales para el
ciclo vegetativo de las plantas, pues las heladas tempranas provocan un
corte brusco en la floración y las tardías estropean los cultivos.
VERANO
Sin embargo, debido a la influencia de la altitud cercana a los 1000m., las temperaturas medias mensuales sólo son superiores a 20º C en julio y agosto, estando junio y septiembre por debajo de este umbral. Al contrario que la estación invernal, el verano se caracteriza por su corta duración. Las temperaturas de esta estación muestra un calor moderado, con máximas diarias que oscilan entre 25-30º C, aunque, sobre todo en julio y agosto, hay días que superan los 35º C o incluso los 40º C, debido a la penetración, por la circulación sur-norte de masas de aire sahariano en forma de bajas presiones, que son masas de gran espesor que traen consigo “olas de calor”. La moderación del calor, al igual que la dureza del frío en los inviernos, está relacionada con la geomorfológica de la meseta norte. La pérdida de calor durante las noches por ausencia de nubosidad, da lugar a oscilaciones térmicas muy acusadas, pudiendo existir diferencias entre el día y la noche de hasta 30º C, con lo cual las temperaturas medias, tanto diarias como mensuales, nunca son demasiado elevadas. Las medias de las mínimas están en torno a los 10-13º C y las medias de las mínimas absolutas por debajo de los 2º C en los meses de julio y agosto, y por debajo de los 5º C en junio y septiembre, cuando la circulación dominante se ve interrumpida por masas o gotas frías de aire polar, que originan unos descensos muy bruscos de las temperaturas. PRIMAVERA En la Cuenca del Duero las estaciones intermedias (primavera y otoño) están poco definidas, meras transiciones entre el invierno y el verano. La primavera climatológica apenas dura dos meses (abril y mayo) y sus temperaturas medias oscilan en torno a los 9-13º C lo que permite el comienzo del periodo vegetativo en la zona de Maderuelo. La estación se caracteriza por la alternancia de días secos y soleados con otros periodos más frescos. En los primeros, las temperaturas medias de las máximas alcanzan los 12-15º C y las máximas absolutas superan incluso los 26º C. En estos días, las oscilaciones térmicas son muy grandes, pues la pérdida de calor durante la noche es importante y trae consigo mínimas absolutas muy bajas que incluso alcanzan valores negativos. Pero también hay días frescos con temperaturas medias de las mínimas muy bajas (0,9º C en mayo) y con temperaturas mínimas absolutas negativas que provocan un fuerte enfriamiento y pueden dar lugar a precipitaciones en forma de granizo o incluso a nevadas con el consiguiente perjuicio para la vegetación. OTOÑO El otoño es aún más corto e irregular que la primavera, variando no sólo de unos años a otros sino dentro del mismo año. Más que una estación en sí, puede considerarse como una continuación del verano o como un anticipo del invierno. Suele ocupar solamente el mes de octubre siendo característicos de esta estación los días con temperatura media en torno a los 12 º C, acompañadas con precipitación, debido a la presencia de bajas presiones. Estos días son muy favorables para los pastos y propicios para realizar las labores de alzada y siembra del cereal. Sin embargo, en situaciones anticiclónicas aparecen días soleados y secos con temperatura máxima diaria de 18º C y mínima en torno a 6º C, (Anticiclón de las Azores).
En Maderuelo sólo se disponen de datos eólicos de la estación de Linares del Arroyo cuya situación al pie de la presa del embalse y entre los cortados del Riaza hace que los vientos fluyan encajonados y no puedan ser extrapolados al resto de espacios abiertos de Maderuelo ni en velocidad ni en dirección.
Los datos obtenidos en la estación eólica de Linares del Arroyo durante el periodo 1979 -1989 son:
A grandes rasgos, predominan los vientos del Oeste y Noroeste a lo largo de todo el año, excepto en verano, que rolan los vientos y predominan del Este y Sur-Sudoeste. La velocidad del viento en Maderuelo es muy moderada, no superando en ningún mes los 8 km/h. Como comparación, los vientos predominantes en Villanubla (Valladolid) son prácticamente el doble, en el mismo periodo.
|
|