I

nfluencia del clima sobre la vida en Maderuelo
 

Sobre las plantas

Sobre los animales

Sobre las migraciones de aves

C lasificación de Maderuelo
 

Biogeografía

Bioclimatología, pisos y diagramas bioclimáticos

 

 

I

nfluencia del clima sobre las plantas

Tanto la flora silvestre como la agricultura se ven condicionadas por este clima de gran dureza invernal y fuerte aridez estival.

A continuación  se exponen algunos ejemplos de plantas cuya floración o invernada están determinadas por el clima. 

Especie

Siembra

Primer.

Florac.

Frutos o recolec.

Caída de hojas

Rubus fruticosus

-

III

VI

IX-X

Perenne

Vitis vinifera

III

IV

VI-VII

IX-X

X-XI

Triticum vulgare

X-XI

I

VI

VII-VIII

-

Quercus ilex

-

III

IV-V

X-XI

Perenne

Juglans regia Invierno

IV

IV

X

X-XI

 

Populus nigra invierno

IV

V

V-VI

IX-X-XI

 

Beta vulgaris

III-IV

IV

-

X-XI

-

Solanum tuberosum

III-IV

V

VI

X

-

Basado en el  “Estudio Climatológico del Refugio de Rapaces de Montejo” (Javier Cano Sánchez; Segovia, 1989).

Un clima tan duro  reduce la gama de cultivos, imposibilitando los árboles propios de la región Mediterránea.  Es el clima el principal factor limitativo de la actividad agraria, ya que al impedir el desarrollo de cultivos de zonas cálidas (termófilos) o ricas en agua (hidrófilos), reduce la gama de cultivos casi exclusivamente al cereal que es dominante en la zona de Maderuelo.

Por un lado, las bajas temperaturas y, sobre todo, su larga duración, paralizan la actividad biológica durante 5 meses. Además, el retorno del frío en primavera y su adelanto en otoño, como consecuencia de la entrada de masas de aire frío de circulación meridiana, retrasan el desarrollo vegetal.

Por otra parte, la distribución de las precipitaciones, que coincide de noviembre a abril con temperaturas medias mensuales inferiores a 10º C, ni benefician la actividad biológica, ni contribuyen a la fertilización del suelo, siendo el proceso de edafización prácticamente nulo.

Son las precipitaciones de mayo y julio, meses en los que las temperaturas experimentan un aumento, las protagonistas de la eclosión primaveral y del logro de las cosechas. Ahora bien, aunque la cuantía de las precipitaciones es mayor, al coincidir con temperaturas altas, se produce una importante evaporación y la cantidad de agua retenida en el suelo sigue siendo muy escasa.

La aridez estival, sobre todo en los meses centrales (julio y agosto, con índices de precipitación inferiores a 25mm.), produce la desecación, encostramiento y agrietamento del suelo y, como consecuencia, el agostamiento de la vegetación.

 

 

I

nfluencia del clima sobre los animales

También el clima afecta  a la presencia de las especies tanto sedentarias como migratorias, y en las densidades de todas las poblaciones animales.

Veremos algunos ejemplos de fenologías de algunas especies representativas de los ecosistemas presentes en Maderuelo.

  • La rana común (Rana perezi)

El ciclo biológico de  comienza a principios del mes de marzo, cuando las heladas no son tan intensas y el agua se encuentra líquida. El celo y la puesta de huevos suele ocurrir de abril a primeros de mayo. Los renacuajos eclosionan a partir de julio. Los adultos y crías se suelen retirar a invernar a últimos de octubre o primeros de noviembre.

  • La lagartija ibérica (Podarcis hispanica)

El ciclo de este reptil se inicia con los primeros calores del mes de febrero cuando salen del letargo invernal algunos ejemplares. Se ha comprobado que si la temperatura del aire se aproxima a los 15º C entonces la del suelo se eleva unos 4 ó 5 grados más, si inciden directamente sobre él los rayos de sol.

Hacia la primera quincena del mes de mayo, las lagartijas entran en celo, se aparean y ponen sus huevos en algún agujero de la roca. Hacia mediados de julio o principios de agosto, aparecen ya las primeras crías nacidas. Cuando comienzan las temperaturas heladas de octubre, las lagartijas se refugian para aletargarse de nuevo.

 

 

I

nfluencia del clima sobre las migraciones

Sólamente tenemos en cuenta migraciones de las aves, ya que las migraciones de mamíferos prácticamente han desaparecido al ocupar el hombre toda la península.  Antes de la adopción de la ganadería, la fauna silvestre de nuestras latitudes realizaba migraciones al entrar el verano en sentido nordeste-sudoeste, faldeando la Sierra por itinerarios muy similares a las que despues imitaría la trashumancia, buscando pastos verdes.

En cuanto a las aves, no se sabe con certeza qué las impulsa a realizar grandes migraciones. Podría ser el descenso de las temperaturas y llegada del crudo invierno,  por la escasez de alimento o por una combinación de las dos.  Lo único cierto es que realizan enormes viajes, con gran precisión extraordinaria hasta zonas favorables.

Unas especies vuelan bien en bandos como los ánsares (Annser anser) y grullas (Grus grus), bien en grupos muy reducidos y desordenados como las collalbas (Oenanthe sp.), o incluso individuos aislados como la abubilla (Upupa epops).

En el siguiente cuadro están representadas 20 especies migratorias frecuentes en estas tierras.

Especie

Fenología

Primeras llegadas

Últimos avistamientos

Anser anser

De paso

2ª X

1ª III

Anas sp.

Invernante

2ª IX

1ª III

Larus ridibundus

Invernante

2ª IX

2ª III

Milvus migrans

Estival

2ª III

1ª VIII

Hieraetus pennatus

Estival

2ª III

1ª IX

Neophron percnopterus

Estival

1ª III

2ª IX

Coturnix coturnix

Estival

2ª III

2ª IX

Columba palumbus

Invernante

2ª X

1ª III

Streptopelia turtur

Estival

1ª IV

2ª IX

Apus apus

Estival

1ª IV

2ª IX

Merops apiaster

Estival

1ª V

2ª VIII

Upupa epops

Estival

1ª IV

2ª VIII

Hirundo rustica

Estival

1ª IV

1ª IX

Delichon urbica

Estival

2ª III

1ª IX

Sylvia sp.

Estival

2ª III

1ª IX

Ficedula hypoleuca

Estival

1ª V

1ª X

Oenanthe sp.

Estival

2ª III

2ª IX

Luscinia megarhynchos

Estival

1ª V

2ª VIII

Turdus philomelos

Invernante

2ª X

2ª III

Oriolus oroulus

Estival

2ª IV

2ª VIII

 

 

E

ncuadramiento biogeográfico de Maderuelo

La influencia del clima y el suelo en la distribución y desarrollo de la vegetación y fauna es determinante. Para entender la distribución de los seres vivos en Maderuelo, conviene analizar el encuadramiento de Maderuelo en el marco de la Península Ibérica atendiendo a tres de los criterios más utilizados.

Desde el punto de vista biogeográfico la mayor parte de la Península Ibérica se encuadra dentro de la región mediterránea (del Reino Holártico) y sólo una quinta parte, aproximadamente, correspondería a la región Eurosiberiana.

Maderuelo y los terrenos circundantes, se sitúan concretamente en la Subregión Mediterranea Occidental, superprovincia Mediterráneo-Iberoatlántica, Provincia Carpetano-Ibérico-Leonesa, Sector Guadarrámico y subsector Ayllonense (Rivas-Martínez).  

 

 

P

isos y Subpisos bioclimáticos en Maderuelo

La Bioclimatología estudia los factores físicos (precipitaciones, temperatura, etc.) que afectan a los seres vivos de una zona determinada. Para medir la influencia del clima en la vegetación se utilizan los Diagramas Bioclimáticos y la Clasificación en Pisos y Subpisos Bioclimáticos.  Este método permite comprender los ecosistemas maderolenses y sus interrelaciones con el clima.

Los diferentes pisos bioclimáticos son distintos espacios con climas diferenciados (temperatura, lluvias, vientos,...) por estar ubicados a diferente altitud o latitud. Así los pisos bioclimáticos condicionan, en gran medida, los pisos de vegetación y las comunidades vegetales que los pueblan.

Se ha seguido la clasificación bioclimática de Salvador Rivas-Martínez, publicada en 1987 en la “Memoria del Mapa de Series de Vegetación de España”. Dicha clasificación diferencia en la subregión Mediterránea seis tipos bioclimáticos, y en Castilla y León se diferencian cuatro tipos bioclimáticos,definidos en función de sus valores térmicos:

 

Región Mediterránea

Temperatura media anual

mínima

Máxima

Índice  termicidad

Mesomediterráneo

13 a 17

-1 a 4

9 a 14

210 a 350

Supramediterráneo

8 a 13

-4 a -1

2 a 9

60 a 210

Ombromediterráneo

4 a 8

-7 a -4

0 a 2

-30 a 60

Crioromediterráneo

<4

<-7

<0

<30

Donde "mínima" es la media de las mínimas del mes más frío  y Máxima es la media de las máximas del mes más frío. 

El índice de termicidad se calcula (T + m + M) x 10ºC y permite subdividir los piso bioclimáticos en subtipos:

 

Subpisos

Mesomediterr.

Supramediterr.

Oromediterr.

Crioromediterr.

Superior

211 a 260

61 a 110

-29 a 0

< -70

Medio

261 a 3900

111 a 160

 

 

Inferior

301 a 350

161 a 210

1 a 60

-70 a -30

De estos cuatro tipos bioclimáticos, el nordeste de Segovia pertenece al tipo Supramediterráneo  caracterizado por:

  • Temperatura media anual de +8 a +13ºC

  • Temperatura media de las mínimas del mes más frío de -4 a -1ºC.

  • Temperatura media de las máximas del mes más frío de +2 a +9ºC.

  • Índice de termicidad de 60 a 210.

Las duras condiciones climáticas de este piso (Tm=11,6ºC, Pm 450mm y periodo seguro de heladas superior a 80 días) que identifican este espacio con el tipo ombroclimático Mediterráneo seco de Rivas-Martínez, (entre 350-600 mm), repercuten inevitablemente actuando como factores selectores y diferenciadores de los seres vivos.

Con estos resultados se determina que Maderuelo (con índice de termicidad 135) se encuadra en el subpiso Supramediterráneo medio.  Por otro lado, las Hoces del Riaza con un índice de termicidad superior (203) se encuadra en el Supramediterráneo inferior.

 

 

T.

m.

M.

It.

Linares del Arroyo

11,6

-0,6

8,1

203

 

 

D

iagramas bioclimáticos

Se ha utilizado la fórmula de diagrama bioclimático propuesta por Montero de Burgos y González Rebollar (1974, 1982) que establece la correlación clima-vegetación e introduce el factor suelo como elemento decisivo en la retención y disponibilidad de agua para la vegetación.

Los parámetros que controlan la elaboración de los diagramas bioclimáticos son la capacidad de retención (CR) o milímetros de agua que el suelo es capaz de retener de un mes para el siguiente y la escorrentía superficial (W) o tanto por ciento de agua de lluvia que escurre superficialmente y no penetra en el suelo, estableciéndose los siguientes índices bioclimáticos:

  • Intensidad bioclimática potencial (IBP): potencial productivo de un clima, suponiendo que no falta el agua

  • Intensidad bioclimática real (IBR): productividad de un clima, suponiendo unas reservas de agua a partir de la capacidad de retención del suelo (CR) y de la escorrentía superficial (W). El incremento de la escorrentía trae consigo una disminución de este índice.

  • Intensidad bioclimática seca (IBS): mide la paralización vegetal por sequía. El incremento de la escorrentía trae consigo un aumento de este índice.

  • Intensidad bioclimática fría (IBF): mide la paralización vegetativa por frío.

Para calcular los diagramas se calculan cuatro hipótesis:

  1. Capacidad de retención nula (CR=0mm) y escorrentía nula (W=0%).  Suelen ser suelos llanos de escasa capacidad de retención por que aflora la roca y son poco profundos.

  2. Capacidad de retención buena (CR=100mm) y escorrentía nula (W=0%).  Suelen ser suelos llanos y profundos.

  3. Capacidad de retención nula (CR=0mm) y gran escorrentía (W=30%).  Suelen ser suelos en ladera.

  4. Gran capacidad de retención (CR=1000mm) y gran escorrentía (W=30%).  Suelen ser suelos en ladera pero muy permeables

En las cuatro hipótesis se produce una paralización vegetativa por frío (IBF) desde noviembre a marzo.  También se produce una  paralización vegetativa por sequía (IBS) durante los meses de julio y agosto.  La importante carencia de agua (alta IBS) de mitad del verano exige una etapa de recuperación hídrica que ralentiza la recuperación de la actividad vegetativa.

En resumen, la actividad vegetativa sufre siete meses de paralización, cinco en el invierno y dos durante el estío.  Esto afecta no sólo a la vegetación potencial de Maderuelo, sino también a los cultivos y conlleva repercusiones económicas y sociales.