eráldica  

 

MADERUELO

Linaje procedente de Galicia.

SUS ARMAS. En campo de oro, dos fajas de gules, bordura de azur con cuatro sotueres de oro y cuatro veneras de plata, alternadas.

 

EN SEGOVIAExisten algunas familias en La Granja.

EN MADERUELO: Ya no reside nadie apellidado así

 

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MALDONADO

Procede este apellido del antiguo y noble linaje gallego de Aldana. El linaje de Aldana procede de Teodorico, Rey de los ostrogodos de Italia.

SUS ARMAS. Los Maldonado han usado siempre las armas que el Rey de Francia concedió a su progenitor después del desafío con el Duque de Aquitania, tal como se narra abajo.  De gules, con cinco flores de lis de oro, puestas en sotuer.

Tedodorico vino a gobernar España en torno al 507, durante la menor edad de su nieto el futuro rey visigodo Amalarico, hijo de Alarico II y de la esposa de éste llamada Teodegonda, que era hija natural del citado Tedodorico. 

Tedodorico dejó dos hijos en España. Uno de ellos fue Severiano, duque de Cartagena, casado con doña Teodora. El otro, que se llamó Suero, hizo su asiento en Galicia y fundó en ella el solar de la casa Aldana, a una jornada de la ciudad de Santiago de Compostela.

Otra versión dice que la familia Aldana tuvo su origen en el Rey Ariamiro o Artamiro, octavo monarca de los suevos de galicia en el año de 517.

EN MADERUELO: En la iglesia de Santa María de Maderuelo se encuentra una sepultura cuya inscripción dice “Aquí yaze el noble caballero Hernando Maldonado…” Buscando en la referida enciclopedia se encuentra una casa de los Maldonado que radicó en Ayllón y emparentaron con los Vellosillo, de los que uno está enterrado en la iglesia de Duratón.

Dentro de los Aldana hay que saltar hasta Hernán Pérez de Aldana, según unos, o Nuño Pérez de Aldana, según otros, el fundador del apellido Maldonado. Éste fue señor de esta casa y de otras muchas posesiones, y no vivió, como algunos autores afirman, en los tiempos del Rey Don Alonso el Magno, sino en el reinado de Don Fernando II de León, alcanzando también el de su sobrino Alfonso VIII. Precisamente en los tiempos de éste último Monarca fue cuando le acaeció el episodio que dio motivo para que cambiase por el de Maldonado, y fuese el fundador de este linaje. Lo referiremos ajustándonos a la forma en que lo hacen las crónicas antiguas:

"Habiendo caído gravemente enfermo, se encomendó a Nuestra Señora de Monserrat, prometiendo visitarla si le devolvía la salud, y apenas mejoró un tanto, se puso en camino desde Galicia hacia las ásperas montañas de Cataluña. Con el cansancio y las molestias de tan largo viaje se recrudeció su dolencia, de modo que fue preciso ponerle una cama en uno de los ángulos de la iglesia para que pudiera hacer la novena que había ofrecido. Llegada la fiesta de la Natividad de la Virgen, el 8 de Septiembre, se llenó  por completo el templo de fieles deseosos de presenciar las ceremonias litúrgicas. Uno de los peregrinos, llamado Guillermo, Duque de Normandía, sobrino del Rey Felipe de Francia, no hallando otro lugar mas despejado de gentes en toda la iglesia que aquel donde estaba la cama del mencionado D. Hernán o Nuño Pérez de Aldana, se permitió la libertad de ponerse de pie en ella para ver mejor las ceremonias; y agraviado D. Hernán, tanto por la molestia que le causaba el Duque como por su falta de atención, le dijo:

- Ruégoos, en cortesía, caballero, busquéis otro sitio en que mejor podáis estar, que vuestros pies me incomodan

A lo que contestó el Duque Guillermo con altanería:

- No te incomodaran si supieses quien soy.

Replicándole el enfermo:

- Tu también, si me conocieses, me hicieras más cortesía.

Pero, lejos de ceder, volvió a contestarle el Duque:

 -No me des ocasión para que ponga los pies de modo que los sientas.

Estas palabras acabaron de agraviar al de Aldana, y lleno de indignación, replicó al Duque:

 -Prométoos que si esta Señora, a cuya devoción vine, me escapa de lo que padezco, iré a tomar enmienda de la injuria recibida en su casa

Pero escarneciendo el Duque la amenaza, la desechó riéndose.

Sanó el de Aldana y convocó a sus más principales parientes, manifestándoles su desafío y queja. Todos ofrecieron asistirle, arriesgando sus vidas y gastando sus haciendas, y acordaron dar cuenta al Rey Don Alonso, que se hallaba en Burgos, a donde fueron a pedir amparo. Enterada aquella Majestad ofreció su favor, enviando Embajador al Rey de Francia para que le asegurase que Hernán Pérez de Aldana era tan principal caballero, que podía desafiar a otro cualquiera de los de Francia, sin exceptuar ninguno por preeminente que fuese, y que bajo su amparo no permitiese se le hiciera superchería.

Puesto todo por obra, fue recibido Hernán y sus parientes con benigno agrado del Rey Felipe, y reunidos los Grandes de Francia se refirió el suceso. El Duque Guillermo pidió perdón; mas Hernán propuso se postrase en castigo de su ignorancia y consintiera le pusiese los pies encima; el Duque no consintió, y Hernán suplicó al Rey terminase su querella por desafío, señalando armas y día y asegurando el campo, pues era extranjero y estaba en su reino; el Rey guardó justicia.

Llegó el día señalado, y ambos caballeros concurrieron en sus caballos a la brida, con arneses blancos, lanzas de armas, porras, espadas y dagas, usando por timbre Hernán Pérez de Aldana el lema Ave María, y llevando en su escudo las armas de Aldana, que eran dos lobos de púrpura en campo dorado. Puestos así en la estacada, se arremetieron rompiendo lanzas, por lo que usaron las porras, dándose recios golpes, de los que salió herido en la cabeza el Duque, que cayó al suelo. Saltó entonces Hernán de su caballo, a desenlazarle el yelmo para cortarle la cabeza, a cuyo tiempo el Rey arrojó el cetro, y los fieles del campo se interpusieron para estorbarlo, de lo que dio Hernán quejas a su Majestad, que le dijo bastaba lo hecho; que si el Duque moría quedaba vengado y si escapaba se obligaba como Rey a darle satisfacción a su agrado. Mejorado el duque pidió Hernán el cumplimiento de lo prometido, y se le dijo pidiese lo que quería; y juntos los altos hombres de la Corte y ratificado el Rey en su ofrecimiento por tres veces, dijo Hernán:

- Señor; te pido que como traes tres flores de lis por armas, me otorgues que yo pueda traer cinco.

Disgustóle al Rey Felipe la pretensión, y ofrecióle en cambio riquezas y otras mercedes, pero el de Aldana contestó que no había ido a Francia a por riquezas, sino a por su honor, y que de no cumplir el Rey su promesa, se volvería quejoso, no ya del Duque, sino del mismo Monarca. El Rey entonces le contestó:

- Yo te las doy, si bien maldonadas; es decir, contra mi voluntad."

Desde entonces Hernán o Nuño Pérez de Aldana mudó este último apellido por el de Maldonado, tomándolo de la frase del Rey Felipe, maldonadas, y comenzó a ostentar por armas las flores de lis. Sus descendientes directos conservaron el apellido Maldonado; pero los parientes laterales siguieron apellidándose Aldana y usando las armas primitivas de este linaje

 

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MARTÍN

Linaje procedente de Galicia a donde pasó desde Francia.

SUS ARMAS. La casa solar de los Martín, en Galicia, inmediaciones de la villa de Monforte de Lemos, ostentaba en su fachada este escudo: 1º, de azur, con tres flores de lis de oro; 2º, de gules, con un brazo armado con una maza, de plata, puesto en abismo, y acompañado de seis dados del mismo metal, con seis puntos de sable. En cada uno, y puestos tres a cada lado. En la punta de estos dos cuarteles, ondas de agua de azur y plata; 3º, de plata, con una cruz de gules, como la de Calatrava, surmontada de dos flores de lis de azur, y 4º, de oro, con una torre de piedra, y saliente de sus almenas, un hombre armado, con un puñal o cuchillo en la mano derecha.

 

Varios autores recogen el origen de este apellido de la siguiente forma:

Hallándose sirviendo en Galicia al Monarca castellano un caballero Martín, originario de Francia, se presentó en aquella región un grueso ejército de moros pidiendo el pago del tributo de las doncellas. Reunidos los nobles gallegos en el campo de Mellid, acordaron no pagar el afrentoso tributo y responder con las armas a las exigencias de los enemigos. Para evitar encuentros y parcialidades dentro del ejército cristiano, se acordó que entre los caballeros mas notables se echaran suertes, y que el favorecido fuese nombrado General. Sobre una piedra que estaba en medio del campo (de la que después se hizo el altar de la ermita de San Sebastián, que está a la entrada de Monforte), se realizó el sorteo. Resultó favorecido el caballero francés Martín, pero este rehusó el honor, alegando que no era justo que mandase el ejército cristiano un extranjero habiendo tantos valientes guerreros en Galicia. Repetidas las suertes, volvió a resultar elegido el mismo Martín, que ya no rehusó, y poniéndose al frente de los cristianos, dio la batalla a los moros y obtuvo una gran victoria.

Dicho caballero tenía su casa a dos leguas de Monforte de Lemos (Lugo), en la sierra llamada Somoza Mayor, denominada después de Martín, y debió ser casa fuerte de piedra, cuyas ruinas se conservaron mucho tiempo, con el escudo de armas.

Descendientes del mencionado caballero, reputados al correr de los tiempos por hijosdalgo notorios, crearon varias ramas que se extendieron y lucieron distintos blasones.

            

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MAYOR

Linaje de origen castellano.

SUS ARMAS. En campo de plata, dos lobos andantes, al natural, puestos en palo.

 

 

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MIGUEL

Dicen algunos autores que este apellido fue adoptado por devoción al Arcángel San Miguel, y qu es muy antiguo en el reino de Galicia.  Lope Miguel o Migueis (como se pronuncia en Galicia y Portugal) tomó parte en la conquista de Almería  en 1146, como Alférez Mayor del Conde Don Fernando Pérez de Trava.

 

SUS ARMAS. El caballero gallego Lope Miguel o Migueis usó, de azur, con una espada de plata, tocando con la punta un lunel formado con cuatro crecientes del mismo metal, y acompañada de 5 flores de lis , de oro, tres en el jefe y una en cada flanco.

 

 EN CASTILLA: Una familia de este apellido radicó en la villa de Olmedillo de Roa, del partido judicial de Roa (Burgos)

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MORENO

Linaje de origen romano y  visigodo.

SUS ARMAS. Las primitivas del antiguo solar del Valle de Trasmiera: De oro, con un castillo de gules, y dos águilas de sable que desde sus almenas emprenden el vuelo.

 

A título de curiosidad reproducimos lo que algunos autores refieren para explicar el origen de este apellido. Según ellos procede de Lucio Murena, que triunfó en Roma por la victoria que obtuvo en Asia contra Mitrídates, Rey del Ponto. Tampoco era su verdadero sobrenombre Murena, sino que adoptó éste por haber poseído un estanque en el que abundaban los peces murenas, que nosotros llamamos morenas. Murena siguieron llamándose sus descendientes, que formaron una ilustre familia en Roma, y a ella perteneció Lucio Liceño Murena, Cónsul con Cayo Cillano en 691 de la fundación de Roma. Dicho Cónsul, siendo antes Pretor en Francia, había pasado a España, donde al parecer dejó sucesión, que entroncó con los Godos. Por eso, añaden los tratadistas aludidos, dice Gandorpio que Ablavio Murena, que en tiempo del Emperador Valeriano escribió la historia de los Godos, era también Godo.

A estos Murena que quedaron en España, andando el tiempo comenzaron a llamarlos Morana, y después Moreno. Sea de ello lo que quiera, lo cierto es que desde muy antiguo abundan los solares de este apellido en España.

Dice Vilar y Pascual que los Moreno del Valle de Trasmiera tenían como lema la leyenda del Cantar de los Cantares: “Nigra sum sed fermosa”. Soy morena, pero hermosa.

EN SEGOVIA:  En la ciudad de Segovia hubo una casa de mucho lustre, cuyos individuos fueron Señores de la Torre.

EN MADERUELO: En 1692 un vecino de Maderuelo, so pena de excomunión, tuvo que firmar una carta de obligación de 2.867 reales de vellón, a favor de la Virgen de Castroboda, suma que debía “del alcance que a mí el dicho Juan Moreno se me hizo como mayordomo que fui de ella”.

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Bibliografía:

  • Enciclopedia de genealogía y heráldica de los hermanos García Carraffa.

  • Biblioteca de Autores Españoles, 68. Madrid, 1953

  • Enciclopedia General Hispana

  • Ronald Cueto Ruiz: La Comunidad de Villa y Tierra de Maderuelo. Academia de Historia y Arte de San Quirce; Segovia, 1996

  • Ronald Cueto Ruiz: Historia de la Comunidad de Villa y Tierra de Maderuelo. Segovia, 1982