l porqué de los nombres

Arcarcel
Argolla
Argollón
Carralanga
Castroboda
Carrascal
Casuar
Cubillo
Hazas 
Hoya de Carrascada
Maderuelo
Puerta del Barrio
Rio Riaza
Ribilla
San Andrés
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EL PORQUÉ DE LOS NOMBRES

Intentaremos, en este apartado, acercarnos al posible origen de los topónimos o nombres de los núcleos de población, arroyos, montes y lugares en general de la Tierra de Maderuelo. 

La toponimia se apoya en la lingüística, la geografía, la historia... incluso en la socioeconomía rural.

No pretenderemos ser puristas ni discutir los textos y fuentes bibliográficas más aceptadas. Por el contrario, intentaremos estudiar dichas fuentes para ser capaces de entender mejor nuestro territorio. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que gran parte de las aproximaciones toponímicas quedan y quedarán para siempre a nivel de hipótesis, más o menos posibles, más o menos explicadas, más o menos divertidas... Resulta muy posible también que niveles de certeza superiores restaran atractivo a esta disciplina o, si se prefiere, la harían menos sugerente.

Llegados a este punto, preferimos pasar a interpretar los topónimos de Maderuelo y, tras lo expuesto, demandar a todos los interesados a una auténtica recolección de todo tipo de topónimos de nuestra Tierra, con la mayor precisión posible. No podemos permitirnos el lujo de que una parte de nuestra cultura rural pueda perderse con la última generación de nuestros mayores...

Las explicaciones y aportes de los especialistas –nosotros no lo somos- también serán oportunamente recogidas y agradecidas.

Nuestras fuentes han sido:

1.      Aporte directo de habitantes de Maderuelo o el entorno.

2.      Trasmisión indirecta de los anteriores.  

3.      Bibliografía especializada

3.      Cartografía  del Servicio geográfico del Ejército

4.      Cartografía del Servicio geográfico nacional.

5.      Archivos de la Iglesia.  

La Aldihuela

Este despoblado es mencionado por Madoz en 1845. 

Está a 3800 m. en dirección norte, antes de la construcción del pantano de Linares. Queda en la margen derecha del pantano, casi al borde de las aguas, a la derecha del camino de los valles al alcanzar éste el pantano descendiendo desde la carretera.

El nombre se deriva de aldehuela o aldea pequeña.

 

 

Alfoz

Agrupación de entidades de población que forman una única jurisdicción. Deriva del árabe al-hawz, “término municipal”, distrito.

 

 

 

Casuar

Estaba a 4500 m. al NE de Maderuelo, en la ribera izquierda del río Riaza, donde todavía se conserva su iglesia románica.

Antiguamente se llamó Cova Suar.  En el 931 Covasuar es donado por Fernán González al monasterio benedictino de San Pedro de Arlanza (Burgos). Se menciona de nuevo en un documento que hay en la Catedral de Segovia de 1202, que es una concordia entre el obispo de Segovia y el abad del monasterio de San Pedro de Arlanza sobre sus derechos en esta iglesia de Cova Asuar. En el siglo XVI ya se llamaba Casuar o Casahuar, y tenía 10 vecinos. Pero debemos suponer que antes fue una aldea grande, pues en 1766 se nos dice que “es una población que fue antiguamente de crecida vecindad con monasterio de monjes benitos, hoy reducido a su parroquia y un vecino” y se despobló en el siglo XVIII.

Significado: antiguamente se llamó Cova Suar, es decir “Cueva de Adsuar”. Nombre vasco, hoy apellido, formado de asu, zarzal, que en este caso era el propietario de la cueva. Antiguamente todas las cuevas tenían su propietario, o al menos las que eran suficientemente grandes como para ser utilizadas a modo de establo. En el nombre original, Cova suar, se prescinde de la partícula “de”. Esto es algo muy habitual en la provincia de Segovia desde antiguo. No creemos que se deba traducir el nombre como “la cueva del zarzal”, aunque el nombre propio Asuar tenga esa etimología en vasco.

 

 

El Cubillo

En Segovia está muy extendido este topónimo. 

Un cubo era un pequeño pozo manantial, de forma cilíndrica. Era como de un metro de profundidad, y para evitar que se aterrase se protegía con un trozo cilíndrico de tronco hueco de árbol, que generalmente era un zaz -sauce-, por su gran anchura. Tenía unos 70 cm. de ancho. Otras veces eran de piedra. Tenían piedras planas alrededor, para poder pisar. Las vasijas se llenaban de agua por inmersión.

 

 

Maderuelo.  

Este nombre resulta de muy difícil explicación, por a la antigüedad del mismo.  Aunque se han apuntado numerosas interpretaciones,  nosotros presentamos presentamos las más creíbles, mientras esperamos que futuras investigaciones arrojen nuevos datos.

Evolución histórica del nombre:

Maderuelo fue repoblado por Fernán González a mediados del s. X. Con Almanzor casi se despuebla, y después el conde Sancho García llegó a Montejo, Maderuelo y Sepúlveda, pero no consta que los repoblara hasta el último cuarto del s. XI,  como Montejo, partiendo del sur de Burgos, desde Haza y Torregalindo. Estas villas convivieron población cristiana junto a moriscos. 

En 1011, en latín, se nombra como Madolium; en 1109 como Castro Maderolum; en 1123, Maderol, por influencia mozárabe; y en 1247, Maderolo. En el siglo XVI se llamaba como hoy.

Hipótesis de un origen prerromano :

El comienzo de la palabra se podría corresponder con “MAL” de la raíz prerromana o ibérica en sentido de “peña, peñasco o punta escarpada” (Badía, 1949; Rohlfs, 1951; Román, 1990) o bien con el vasco “MAR” en el sentido de “límite, confín, línea” (Goikoetxea, 1984), posiblemente relacionado con el concepto fronterizo de la comarca durante siglos. Menos probable parece el elemento inicial “MAN” de los judíos “señor, santo” (Gorostiaga, 1953).

El sufijo “-UELO” es un diminutivo usual entre los árabes españoles, con muchas variantes (-OLA, -ELA, -UOLO…) (González Ollé, 1962).

La parte final podría relacionarse con “veruelo” como forma diminutiva  del celta “VERA” (Corominas, 1972), seguramente ya latinizado a partir del antiguo celta “WOBER” que significaría “arroyo” (Menéndez Pidal, 1968).

En resumen nos podríamos referir a un origen bastante relacionado con el medio físico como pueblo en “peña junto a la vega o arroyo” dejando el diminutivo atribuido para la vega o bien para el propio pueblo, o bien a un concepto mixto de pueblo como “fronterizo junto a la vega o arroyo” con las mismas apreciaciones respecto al diminutivo.

Hipótesis de un origen latino-romance medieval :

Maderuelo podría ser diminutivo de “madero”. En el s. XIII se utilizó con el significado de “mazo”,”martillo”. Por lo tanto, el nombre de este lugar se puede deber a la existencia cercana de un gran martillo de madera para batir cobre, los llamados martinetes, como el que existe hoy en Navafría. 

Estos martillos se mueven con la fuerza hidráulica de un cauce desviado, y en Maderuelo han existido desde antiguo varios molinos de agua junto al cauce del Riaza.

 El nombre se repite en la sierra y puerto del Madero, en Soria.

 

 

 

        

Las Hazas

En bable: significa “barbecho” y es equivalente a HAZA, habiendo perdido la f/h inicial.  Procede del latín "FASCIA" (faja).  En castellano antiguo existía la palabra FAÇA, como porción de tierra de labor.  Se han conservado expresiones como "Mondar la Haza",  que es desembarazar un sitio, lugar o paraje, a semejanza del labrador cuando levanta la mies. También existe Hazuela, como diminutivo de haza.

 

 

 

Río Riaza

Nace en el Puerto de la Quesera, en la Sierra de Ayllón, y a partir de Maderuelo forma una serie de hoces. Desemboca en el Duero en Roa. Antiguamente se llamaba Río de Haza, porque pasa por Haza (Burgos). Dió nombre a la villa de Riaza.

El río Riaza ya se cita en textos árabes de Ibn Hayyan de 939, en los que se cuenta que Abderramán III, tras atacar Coca, Iscar y Alcazarén remonta el Duero y ataca a los “politeístas -cristianos- de Wadi Asah, -es decir, “río de Haza”-, y sus fortalezas… no dejando allí castillo que no destruyese, aldea que no arrasase ni medio de vida que no acabase”.

La parte inicial ( ría) procede del latín “RIVUS” como “arroyo o canal”. 

En cuanto a la parte final del vocablo, no parece probable el sentido aumentativo (“-AZO” del latín “_ACEUS”, según Urrutia y Alvárez, 1.988) dado el escaso caudal del río, si exceptuamos las avenidas.

Parece más probable que tenga un origen común con “ACEÑA” en cuanto a “máquina de agua, molino, noria” (Vernet, 1960, García de Diego, 1972; Corominas y Pascual, 1980) o “AZAÑA” como voz española de igual significado (Asín, 1944; Pérez carmona, 1964; Peinado, 1953). 

Tampoco creemos probable que provenga del vasco “AZA” como “piedra” (Álvarez, 1968) o de “AZANCA” como “manantial de agua subterránea” (Álvarez, 1968).

En bable: significa “barbecho” y es equivalente a HAZA, habiendo perdido la f/h inicial.  Procede del latín "FASCIA" (faja).  En castellano antiguo existía la palabra FAÇA, como porción de tierra de labor.  Se han conservado expresiones como "Mondar la Haza",  que es desembarazar un sitio, lugar o paraje, a semejanza del labrador cuando levanta la mies. También existe Hazuela, como diminutivo de haza.

 

 

 

Linares del Arroyo  

Parece que su nombre original era Linar del Conde, ya que es mencionado así en el Fuero Latino de Sepúlveda, de 1076, y por las indicaciones del Fuero Romanceado parece que se trata de Linares del Arroyo. En 1247 ya se cita simplemente como Linares. 

Era una aldea de tamaño mediano, que pagaba 20 maravedíes al obispado. Perdió pronto importancia, pues en el siglo XVI al XVIII era ya pequeña, con sólo 12 vecinos, que aumentaron a los 26 vecinos del XIX. Parece que el añadido “del Arroyo” es muy reciente, posiblemente de nuestro siglo. Estaba a unos 4 km. al NO de Maderuelo, y hoy está sumergido, desgraciadamente, bajo las aguas del embalse de su nombre.

"Del conde parece proceder de su repoblación , a manos de un conde, posiblemente el propio Fernán González o alguno de sus directos descendientes

Antiguamente se llamaba linar a la tierra que estaba sembrada de lino y en la zona son frecuentes los linos silvestres.  Derivaría del latín LINUM, y de “-AR” o “–ARIUS”, con el significado de lugar donde se obtenían determinadas cosas y denotar idea de abundancia.

Arcarcel

Así se conoce al espacio comprendido entre la barbacana de la iglesia y la muralla de la solana.  

En castellano: alcacel y alcacer y en andaluz: alcarcel y alcancel. Procede del andalusí alqasíl, que a su vez deriva del árabe al-qasil. Significa cebada verde para pasto. En Navarra un alcaceral es un huerto o un campo de cebada.

 (Federico Corriente, Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance. Editorial Gredos S.A., Madrid 1999).

 Los curas que fueron de la Iglesia de Santa María en Maderuelo, cuando no existían los vehículos utilizaban, como el resto de los mortales, las caballerías para sus desplazamientos, bien fueran burros, mulos, caballos o yeguas.  El espacio que se sitúa entre la iglesia y la muralla se sembraba de cebada que dicho animal consumía en verde. Todavía existe gente en Maderuelo que recuerda como se estacaba la yegua del cura en dicho sitio para que consumiera el citado pasto sembrado con anterioridad y se decía “esto es para alcarcel para la yegua del cura”. 

También algunas personas recuerdan como en algunas tierras sembradas de cebada se dejaba un trozo para alcarcel, es decir para segar en verde para consumo del ganado. 

El Argollón

El agua de lluvia que corre por las calles en Maderuelo se evacua hacia las cuestas por varios lugares a los que se les denomina argollones. Concretamente en el castillo hay uno que discurre por debajo de una casa que cuando se embalsaba la gente recuerda que se decía “ya se ha atascado otra vez el argollón”.

En castellano: arbellón, arbollón, albollón, albañar, albañal y en Navarra: arbullón, arguilló, argullón y argollón. Significa desagüe. Deriva de la hibridación en romandalusí al+balláV+ÖN procedentes de un étimo árabe reflejado por ballaVah “tragadora”.

(Federico Corriente, Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance. Editorial Gredos S.A., Madrid 1999).

La Argolla

En Maderuelo se llama así a una zona que se sitúa muy cerca de donde estaba la cárcel.

En castellano argolla. Significa anillo que pasa por otro objeto. Deriva del andalusí algulla procedente del árabe gulla utilizado para denominar el “cepo para el cuello del condenado”.

(Federico Corriente, Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance. Editorial Gredos S.A., Madrid 1999). 

El DRAE en su tercera acepción dice que es una “pena que consistía en exponer al reo a la vergüenza pública, sujeto por el cuello con una argolla a un poste”.  Esto hace suponer que en Maderuelo se aplicó este tipo de castigo para los condenados en las cercanías del actual ayuntamiento.

Cabe otra posibilidad menos probable. Como se sitúa donde el argollón podría habérsele quitado la terminación en aumentativo quedando con el nombre de argolla.

 

 

 

    

Maluque

El nombre de este pequeño despoblado puede tener distintos orígenes. A saber: 

Del árabe MALUK, “propiedad, valle del señorío” (Asín, 1944; Vernet, 1960)

Derivado de “LUCUS” que significa “bosque” como “bosque sagrado donde se rendía culto a una divinidad” (García de Diego, 1959)

Derivación más o menos compleja de la raíz ibérica “MAL” que significa “punta escarpada” junto a un sufijo de abundancia (de “-OCCU”, “-ECCO” o “-OKI”) vasco o íbero (Álvarez, 1968, Ballesteros y Murillo, 1985; Urrutia y Álvarez, 1988).  Esto último no se dá en las cercanías.

Castroboda

Nombre de un cerro que domina el curso del Riaza, cerca del limite con el vecino Montejo y dio nombre a la imagen de la Virgen que se halló e la Edad Media en dicho lugar y a la ermita que allí se erigió.  Tras varios siglos, los vecinos de Maderuelo levantaron a su patrona otra ermita en las cercanías de la villa, que heredó este nombre.   

Proviene del latín “CASTRUM” en cuanto a emplazamiento, castillo o campamento fortificado. La parte final del topónimo es de mucha más difícil intepretación, con las posibilidades:

De las formas prerromanas “BUDETUM”, “BUDONEM”, que perviven en “BODON” como “laguna invernal que se seca en verano (Menéndez Pidal, 1920; Corominas y Pascual, 1980); muy relacionado con el “BODON” como terreno “encenagado cubierto de juncos” que sólo se encuentra en el centro de la península y que genera los topónimos “Bodonal” y “Bohonal”, en ocasiones también se asimila “BUDA” a una planta similar al junco (Simonet, 1975). Este cerro se eleva sobre junqueras y zarzales que flanquean el río.

Del antropónimo “BODERUS” procedente de la raíz céltica “BHOUDHI” como “victoria” (Palomar, 1960).

Menos probable es que se relacione con un resto del pueblo de los “bodones”, en relación al pueblo “BODES” próximo a Cangas de Onís (González, 1976; Tovar, 1989).

También parece poco probable para un lugar santo el término referido a “montaña sagrada” pero del dios celtíbero “Bod”, “Bord” o “Bob” (García Pérez, 1988).

De acuerdo con lo expuesto, parece relacionado con “campamento en terreno cenagoso”  o con “campamento de la victoria”. 

Hornuez

Derivado de Fortúnez.  Hoy es un santuario de la Virgen de Hornuez, virgen encontrada en la Edad Media en el seno de una Sabina centenaria.

Durante la reconquista existió una aldea, que tomaría el nombre del caballero que la repobló.  Fue asolada por los musulmanes y se abandonó.

 

 

Pico PeñaLara

Este nombre es, sin duda, inequívoco testimonio de repobladores burgaleses. 

Lara fue pueblo, fortaleza, condado y alfoz en Burgos, y desde allí, como dice Pérez de Urbel, se transformó y revolucionó la historia y la geografía del Condado de Castilla.

 

 

Arroyo

Término de significado perfectamente conocido pero origen incierto, atribuible a:

 La voz hispánica “ARRUGIA” como “corriente de escaso caudal” (Hubschmid, 1960, D.R.A.E.)

A la palabra“ARROI” como “reguera, conducto pequeño de agua” (Zabala, 1953)

Al vocablo masculino de “ARRUGIA” como voz prerromana hispánica que según Plinio significa “galería larga de una mina” (Corominas y Pascual, 1980)

Al vasco “ARROIL” como “foso, desfiladero entre montañas, cavidad” (Alvárez, 1968; Michelena, 1973)

A la voz “ARRUIAK” como “los barrancos” (Canal, 1988)

Aún con los diferentes matices según cada autor, parece claro el origen prerromano del término, más o menos establecido tras la romanización de la península para muy diversos cursos de agua.

La Ribilla

Diminutivo de ripa (margen de un río, orilla) y , mas tarde (ladera elevada, cerro). 

En Segovia suele tener la segunda acepción ya que repobladores de la zona de Gumiel de Hizán trajeron los nombres de Valle de Gahíllos, La Ventosilla y Revilla (es decir Ribilla) de Gumiel, cosa que también ocurrió en la Tierra de Sepúlveda cerca de San Pedro de Gahíllos.

Hoya

Del latín “FOVEA” (D.R.A.E.) en sentido de “cavidad” que, en sentido geográfico, más bien se refiere a depresión o valle.

Valle

Los topónimos formados a partir de “Valle” proceden del latín “VALLIS”.  Suelen encontrarse con frecuencia sólo con la forma “Val”, bien por apócope (Gordón, 1988), bien por pérdida de la “e” en proclisis (Menéndez Pidal, 1986). En algunos casos se conserva el género femenino etimológico.

Arroyo del Boquerón 

 "Boquerón" o "Buquerón" pueden provenir de “boca” del latín “BUCCA”, a través del aumentativo de “boquera”, como “boca o puerta de piedra que se hace en el caz o cauce para regar las tierras” (D.R.A.E.).

Arroyo de Cañamares 

 Tanto el cáñamo como el lino (ver Linares) fueron productos de gran importancia durante la repoblación. En concreto, el fruto del cáñamo resultó de gran importancia (Sevilla, 1985). Además, el cáñamo (del latín “CANNABUM” como “cannabis”, según el D.R.A.E., con posterior nasalización de “b” a “m” por asimilación, según Menéndez Pidal, 1973) es una planta de ambientes frescos y suelos profundos y, por tanto, de cultivo muy apropiado en valles y arroyos. 

También como en “Linares”, podemos apuntar el sufijo “-AR” o “–ARIUS”, como lugar donde se obtenían determinadas cosas para denotar idea de abundancia. Tendríamos, por lo tanto, “arroyo con cultivo de cáñamo”.

Carralanga

 Este paraje engloba una torrentera o barranco. “Carra” aparece en numerosos topónimos castellanos. Del mismo modo, presenta numerosas hipótesis en cuanto a su origen. Dejando aparte las más descabelladas, podemos apuntar:

Del íbero “CAR-“ o vasco “GARA-“ con idea de “altura, cumbre” (Humboldt, 1959; Losada, 1967; Canal, 1988) o, de forma parecida del íbero “CARA” como “cabeza, monte” (González, 1953).

Como raíz preindoeuropea la raíz “CARA-“ parece aludir a “roca, altura rocosa” y da origen a “CARA” como “piedra” (García de Diego, 1959; Llorente, 1962; Herrero, 1977; Guillén, 1981). Otros autores mantienen el significado de “piedra” pero a partir de la voz iliria “CARAU-“

La raíz “CAR-“ parece relacionarse también con “barranco, precipicio” que, en el entorno astur-leonés, se relaciona después con “dureza del árbol” y de posteriomente “matorral espeso”.

La raíz CAR-, presente en infinidad de topónimos dela mitad norte de España (Carranza, Carrejo...), es de origen céltico, como “roca o peñasco”, de donde proviene el vasco “ARRI” piedra” (Hubschmid, 1960; Guillén 1980), al igual que está presente en  en el gaélico escocés("CARTH") e irlandés.

 Otros autores lo relacionan con igual significado al ligur, ambroilirio e, incluso, árabe.  

Si asumimos este origen prerromano, parece asociarse con “pedregal, roca o cumbre” y, posteriormente y por extensión con ciertas matas o árboles pequeños de “encinas, robles o pinos”.

Un uso más moderno y probable sería como "carreterra o camino que transcurre por zonas pedregosas".  Destacar  que Langa es un pueblo ya conocido desde los romanos (Segontia Lanka) y por este barranco asciende la carretera sobre el trazado del antiguo camino a dicho pueblo, distante unos 20 km.

Arroyo del Locino  

 

Arroyo Peña Blanca

 El vocablo originario “PENA” parece de origen céltico o preibérico de “PENN-“ o “PINN-” como “roca o cerro alto” (Rivas, 1979; Guillén, 1981) anterior a “PETRA”. Parece que posteriormente se latinizó a “PINNAM” como “almena, pináculo” (Llamazares, 1986), aunque claramente diferenciado de “PINNA” como “pluma o penacho”. 

“Blanco” proviene del alto alemán antiguo “BLANC(K)” como “blanco, brillante”.  

Arroyo del Pichón  

Seguramente debemos referirnos a un topónimo reciente, en el que sólo podemos relacionar “pichón” con su acepción más conocida de “pollo de la paloma casera”, proveniente del italiano “PICCIONE” y éste a su vez del latín “PIPIO,-ONIS” (D.R.A.E.)

Arroyo del Pocillo

"Pocillo" parece provenir del latín “POCILLUM” en cuanto a “tinaja o vasija empotrada en la tierra para recoger un líquido como el aceite y vino en molinos y lagares” (D.R.A.E.), razón por la que se debe indagar en la posible existencia de un molino de este valle.

Otra explicación se podría referir a una derivación diminutiva de “pozo”, que proviene del latín “PUTEUS” y que puede significar “pozo, o bien hoyos u hondonadas” (Gordón, 1988)

El término diminutivo “–ILLO”, muy castellano, parece de origen temprano (siglo X, aunque durante un par de siglos se usó casi exclusivamente como “-IELLO”) pero de vulgarización bastante más tardía, de forma que fue sustituyendo a los otros sufijos diminutivos “-UELO” y “-EJO” (González Ollé, 1962; Urrutia y Álvarez, 1988).

Arroyo de Vallejar

 “Vallejar” proviene de la voz de origen latino “Valle” (ver Valle) con el sufijo “-EJO”, diminutivo, que también procede del latín “-I(C)ULO” (Urrutia y Álvarez, 1988). 

También debe valorarse la posibilidad de que la terminación de esta palabra se pueda referir a “JARA”, voz árabe relacionada con “piedra”, de modo que podríamos referirnos a “valle pedregoso o rocoso”.

 Otra posibilidad es que abunden las jaras (Género Cistus) en este valle. Este nombre de planta  parece provenir de este mismo vocablo árabe, por encontrarse en terrenos pedregosos.

Barranco de la Cueva 

 “Cuevas” proviene del latín vulgar “COVA” como “hueca” (el femenino de CO(V)US).  Se trata de una variante arcaica de “CAVUS” “hueco”, según Gordón, 1988) o bien “cavidad subterránea” (D.R.A.E.).

Barranco de la Retuerta 

 “Retuerta” proviene del latín “RETORTUS” a partir de“retorcer” (D.R.A.E.). Debe relacionarse con un barranco sinuoso o con un camino intrincado.

        

San Andrés  

Paraje cercano a la desembocadura del arroyo Moralejos en el río Riaza.  Aquí existió un convento, dedicado a este santo.

Desde el punto de vista etimológico “San” proviene del latín “SANCTUS” aunque originariamente significaba “virtuoso, inocente, honesto” (Piel, 1948), mientras que el antropónimo “Andrés” proviene del griego “ANDROS” como “fuerte, viril, valiente” (Albaigés, 1990). 

Parece que en las referencias toponímicas hay una clara preferencia por San Pedro y San Andrés (García de Diego, 1959), siendo en este último caso atribuible a la buena aceptación de las “Actas de San Andrés” en los círculos priscilianistas (Yelo, 1986)

Las eras del Rollo

Las eras más conocidas de Maderuelo se sitúan entre la puerta de entrada a la villa y la ermita de Castroboda. Las más alejadas del pueblo se denominan las eras de la ermita y las más cercanas a la entrada a la villa se conocen con el nombre de las eras del rollo.

El rollo es un monumento que se sitúa preferentemente en la plaza de algunos pueblos de Castilla, León y Extremadura, enfrente de la Casa del Concejo. Consta de unas gradas, 4 ó 5, que rodean a una base o pedestal en la que se apoya el fuste, generalmente cilíndrico, liso y compuesto de varios bloques unidos sin que se aprecie solución de continuidad. El fuste termina en algún tipo de moldura que precede a cuatro salientes, en los que se han esculpido diversas figuras, entre las que abundan los rostros humanos deformes y las cabezas de animales. Un remate en forma tronco-cónica completa el monumento, construido con materiales resistentes -normalmente, piedra- , con el fin de que pueda soportar el paso de los siglos.

El rollo es un símbolo jurisdiccional que se levantaba, previa autorización real, cuando se daban algunos de los casos siguientes:

-  Derecho de villazgo: cuando una aldea o lugar quería hacerse villa, expresaba su deseo al rey, quien, después de recibir una sustanciosa cantidad de dinero, eximía a la población de su anterior jurisdicción, concediendo a la nueva villa su jurisdicción propia.

-  Cambio jurisdiccional: era el caso de aquellas poblaciones que, siendo villas, cambiaban de jurisdicción, pasando a depender de un señor.

Otorgada la concesión real, el procedimiento seguido era siempre el mismo: reunidos los vecinos en concejo se procedía a la lectura del documento público, elección de alcaldes y justicias, amojonamiento y deslinde del término de la nueva villa y alzamiento del rollo en lugar bien visible.

El rollo se levantó entre los siglos XIV y XVIII, coincidiendo su auge -siglos XV y XVII- con las necesidades pecuniarias de la corona, que vio en la concesión del villazgo una importante fuente de ingresos.

Hoy casi no quedan rollos, bien porque en las villas pobres erigían rollos de madera y con el tiempo se han perdido, o bien porque fuesen derribados siguiendo la orden emanada del Decreto de las Cortes de Cádiz del 26 de mayo de 1813: “Los ayuntamientos de todos los pueblos procederán por sí y sin causar perjuicio alguno, a quitar y demoler todos los signos de vasallaje que haya en sus entradas, casas capitulares o cualesquiera otros sitios, puesto que los pueblos de la nación española no reconocen ni reconocerán jamás otro señorío que el de la nación misma, y que su noble orgullo sufriría tener a la vista un recuerdo continuo de su humillación”.

No debió ser muy efectivo este Decreto, pues el 25 de enero de 1837 la Reina Madre (viuda) Doña María Cristina de Borbón, como Gobernadora del Reino, por ser menor de edad Doña Isabel II, recordó que el anterior mantenía toda su fuerza y vigor para quitar y demoler todos los signos de vasallaje que hubiese en los pueblos.

Hoy, con otra perspectiva histórica, los que han permanecido, son considerados como monumentos cada vez mas deteriorados y a los que se presta una mínima o nula atención a pesar del Decreto del 14 de marzo de 1963, según el cual: “Los propietarios, poseedores o usuarios de escudos, emblemas, piezas heráldicas, rollos de justicia, cruces de término y demás piezas y monumentos de análoga índole cuya antigüedad sea de más de cien años no podrán cambiarlos de lugar ni realizar en ellos obras o reparación alguna sin previa autorización del Ministerio de Educación Nacional.

En otros lugares este elemento de orden penal cuya existencia se extendió a casi toda Europa se llamaba picota. Su nombre en euskera es “Urka”, “Urkabe” o “Urkamendi” que quiere decir Horca o Patíbulo.

Solían colocarse a la entrada de las poblaciones, en paraje público y transitado. Disponía de unas argollas o garfios de los que se colgaban los miembros de los ajusticiados. También se ponía a los malhechores y ladrones en deshonra pública, teniéndoles atados unas horas como castigo por alguna fechoría, o azotándolos por otra. En otros países europeos se utilizaron diferentes picotas a modo de cepos que sujetaban al condenado por el cuello y las muñecas a los pies. Básicamente eran dos gruesos tablones con medios huecos cada uno, que al juntarse aprisionaban los miembros del condenado.

En algunas localidades no disponían de la esbelta columna de piedra de la que colgaban las argollas, pero éstas solían estar colocadas en una pared o poste de alguna casa importante del señor del lugar, e incluso de la pared exterior de la iglesia.

Parece que algunas de las picotas de columna o rollo se pudieron salvar del derribo a que, tiempo antes del citado Decreto de 1813, ya no se utilizaban en su primitiva función, y habían sido cristianizadas mediante la colocación de una cruz de hierro forjado en la cúspide de su aguja. Así pues, cuando llegó la orden de derribarlas pasaron por cruces en lugar de picotas.

 Fuentes:

            Miguel Angel Miguel López: Guía del macizo de Ayllón. Madrid 1982

            Http://www.eusko-ikaskuntza.org/euskonews/0022zbk/gaia2204es.html

Puerta del Barrio

En Maderuelo una de las puertas de la muralla recibe este nombre.

En castellano existen las palabras barrio y albarrana. Significa arrabal, distrito de una población, separado y poco distante.  Suelen conservar el nombre cuando la población aumenta y quedan unidos al casco urbano principal. Deriva del andalusí albarráni o barri “exterior, de fuera” que procede del árabe barrani.

  (Federico Corriente, Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance. Editorial Gredos S.A., Madrid 1999).

También era común llamar barrio a los grupos de casas de judíos o juderías.  En Maderuelo, la historiadora Encarna García Amo, sitúa la judería en las proximidades de la casa-hospital junto a la citada puerta, aunque intramuros.

Esto nos hace suponer que:

O bien habría un grupo de casas fuera de la muralla que se accedería desde esta puerta. Lo más cercano en esta dirección sería un posible asentamiento en torno a la iglesia de Santa Coloma, abajo en el valle. 

O tomo el nombre de la citada judería.

 

 

 

Valdeconejos 

Despoblado que está a 9100 m. al N/NO de Maderuelo, 1300 m. al N/NO del caserío de Maluque, a la izquierda del camino que desde el caserío conduce a un corral y chozo, en la ladera occidental de un cerro de 1054 m. de altura.

 Valde Coneios era una aldea pequeña en 1247, pues pagaba 10 maravedíes al obispado. En 1587 era anejo de Linares, y estaba ya casi despoblado. Se debió despoblar durante el siglo XVII ya que En 1826 estaba despoblado.

Se llamaba así, evidentemente, por ser un valle en el que abundan los conejos. En la época medieval, los conejos debían tener una gran importancia como complemento en la alimentación de los aldeanos. 

Como detalle, comentar que el nombre que dieron los fenicios a la península cuando desembarcaron por primera vez, del que luego se formaría la palabra Hispania, fue I-sephan-mi, es decir, tierra de conejos.

 

 

Valdeperal

Despoblado a 6900 m. al EN de Aldealengua de Santa María, 4200 m. al norte de la cañada ganadera y 200 m. al O de la raya divisoria con Valdanzo.

Se llamó Val de Perales, en 1247, y pagaba 4 maravedíes al obispado, por lo que era una aldea muy pequeña. En el siglo XVI ya se había producido la transformación a su nombre actual, era anejo de Aldealengua y tenía tan sólo 5 vecinos. Parece que se despobló en el siglo XVII, pues en 1789 era ya un despoblado.

Significado: el valle en que son cultivados perales.

 

 

Valugar 

 Podría relacionarse con un valle en el que se encuentre algún “sitio o paraje” en el sentido de población con tamaño intermedio entre villa y aldea a partir de “LOGAR” (D.R.A.E.).

Aquí existió un monasterio benedictino y aun se conservan restos de una iglesia románica.

Ventosilla 

Se cita así en 1247, cuando pagaba 15 maravedíes, era una aldea mediana, en 1789 estaba ya despoblada. Estaba 800 m. al E/EN de Alconadilla, a la derecha de la carretera de Aldealengua de Santa María a Maderuelo, junto a la raya divisoria con la misma Aldealengua.

El nombre debió ser traído por repobladores burgaleses. Es diminutivo de ventosa, adjetivo que se refiere a un núcleo muy expuesto al viento, muy aireado.

 

 

Quintana: 

Procede el latín quintana. Era la puerta, vía o plaza de los campamentos de los antiguos romanos donde se vendían víveres. Posteriormente siempres se estableceía el mercado en la quinta vía Los campamentos, asentamientos o poblados romanos se organizaban en torno a dos grandes vías el cardus máximus y el cardus decumanus que se cortaban perpendicularmente formando cuatro calles orientadas a cada uno de los puntos cardinales. 

En la Edad Media designaba a una plaza donde se asentaba un mercado rodeada de casas, quedando posteriormente ese nombre para la población cuando crecía. 

Cuando éstas eran abandonadas y ofrecían un aspecto ruinoso se les añadía la terminación -AR quedando quintanar, al igual que CASAR, que designaba casas en ruina.

 

 

Villamayor 

Despoblado situado a 1900 m. al N/EN de Campo de San Pedro, a la derecha de la vía férrea de Madrid-Burgos, junto a la divisoria municipal con Maderuelo

En 1247, Villa Mayor, a pesar de su nombre, era ya una aldea muy pequeña, que pagaba al obispado 8 maravedíes. En el XVI seguía siendo pequeña, con 22 vecinos, y era anejo de Maderuelo. En 1789 ya estaba despoblada. 

El nombre no ha cambiado, salvo en que antiguamente a veces se escribía separado, Villa Mayor.   Su significado pudiera ser una villa grande, lo que no concuerda con los impuestos recaudados o una villa donde viviera una señora importante llamada Mayor, nombre muy común en la Edad Media.

 

 

 

El Picacho 

Existen dos pico scon dicho nombre en el término

Sobre el origen de la raíz “PIC-“ (y dejando aparte en este caso orígenes relacionados con las hipótesis más diversas que lo pudieran relacionar con higos, gamado…) parece inmediata la relación con el ibérico “PIKE” como “cuesta o pendiente” (Bellosillo, 1988; Román, 1990).

El sufijo “–AZO” (que proviene, a su vez de “-AZO” a partir del latín “-ACEUS,-ACEA” en sentido aumentativo o peyorativo, según Urrutia y Álvarez, 1988)

Ambos designan la “cúspide aguda de una montaña”. El añadido “II” debe ser un diferenciador reciente y pragmático, para evitar confusiones con el “Picacho” próximo y casi fronterizo del término de Aldealengua de Santa María.

 

 

Hoya de la Carrascada 

Para la raíz “Carra” se puede repetir todo lo expuesto para el Arroyo de Carralanga, en cuanto a “roca, piedra, cumbre…” pero, en este caso, con referencia posiblemente más directa con el vegetal “carrasca”, teniendo en cuenta que este término deriva directamente del anterior (de “piedra”), por relacionarse con vegetales duros o que crecen en terrenos rocosos (las matas de encina y los pinos de Alepo o carrascos)

 En el vascuence antiguo la encina se llamaba “ARTA KARRO”. Parece que estas raíces “CARR-“ son típicas de la época de repoblación que usaron ya esta forma romance, mientras que en la España astur-galaica persisten los “CARB-“ más antiguos y prerromanos (Llorente Maldonado, 1962).

El sufijo “-ADA” puede proceder del latín “-ETUM” en cuanto a abundancia del objeto referido, principalmente asociado a árboles y plantas (Urrutia y Álvarez, 1988).

Con lo cual, tendríamos algo así como el “valle con abundantes carrascas o encinas”.

Cabezas (3). Monte
Cabeza de los mojones (3). Al oeste del anterior, limítrofe con el término de Maderuelo en disposición externa.
Canina (3). Pico oriental
Cantera del Redondo (3)
Cerrejón (3). Pico próximo a la presa del embalse.
Cerro El Campanario (3)
Cerro El Portillo (3)
Cerro Retuerta (3)
Cerro de Valdevarnés (3). Exterior al oeste del término, limítrofe.
Cerro Verde (3). Extremo exterior al nordeste.
Colorado (3). Monte del sur.
Cotos (3). Monte del Sur.
Cruz (3). Pico oriental
Cruz del Muerto (3). Extremo oriental.
El Páramo (3). Extensos terrenos orientales.
Lacera (3). Pico al oeste del término.
Las Cañadas (3).
Las Navas (3)
Llano de la Chaparra (3). Extremo oriental (exterior limítrofe).
Llano de Torremilanos (3).
Los Arenales (3). Terrenos limítrofes al Nordeste.
Los Asperones (3). Extremo exterior al nordeste.
Los Llanos (3). Monte al oeste del embalse. Su origen queda directamente explicado en la introducción de este capítulo.
Los Valles (3). El significado natural proviene de la orografía del terreno, ondulada por la abundancia de dichos valles, cuya base toponímica se encuentra explicada en la introducción del epígrafe anterior.
Maguarniz (3). Terrenos al Suroeste, limítrofes exteriores.
Suertes viejas (3). Extremo oriental.
Valdeladrones (3). Exterior limítrofe al Sur.
Valdesvares (3). Terrenos limítrofes del extremos Sur.
Valhondo (3) Extremo oriental.