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Época Romana: Romanización del valle del Duero | ||||||||||||||||||||||||||||||||||
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mientras... ¿Qué pasaba en Maderuelo?
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Una
vez terminada la guerra con Sertorio, el valle del Duero se encontraba prácticamente
despoblado debido a la sangría humana que se produjo durante los años de
guerras y levas constantes de guerreros. Para
paliar esta situación, Pompeyo desmovilizó su ejército y entregó tierras en
la Celtiberia a los veteranos. Esto
supuso la definitiva introducción de la cultura romana en nuestra comarca
debido a la masiva presencia de pequeños propietarios latinos y la escasa
presencia de población indígena. En tiempos de Octavio Augusto (últimos años del s. I a. de C.), se impulsó un proceso urbanizador para fijar a la población sobre las tierras de cultivo. Obligó a destruir todas las ciudades y aldeas fortificadas sobre elevaciones del terreno, trasladando a la población a las zonas llanas agrícolas. Este proceso fue especialmente intenso en todo el valle del Duero.
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En morado se aprecia la campaña de Escipión , el cónsul que arrasó Numancia |
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Y mientras ... ¿qué pasaba en Maderuelo y comarca? En el paraje de Duratón conocido como "Los mercados" cerca de Sepúlveda se han encontrado los restos de importante asentamiento romano. Los expertos opinan que tanto la documentación existente sobre este poblado como las excavaciones realizadas sobre el terreno indican que el poblado "pudo tener una importancia similar o mayor que la que tuvo Segovia en la época romana". La campaña realizada durante el año 2001 verifica la amplia extensión de la ciudad en la época imperial romana, que supera las 50 hectáreas. Asimismo, se han documentado diferentes edificaciones del periodo antes mencionado, cuyas características constructivas y elementos estructurales confirman un diseño urbanístico “ordenado y racional” de amplias proporciones, que permiten indicar que esta ciudad pudo tener una importancia igual o mayor que otras como Cauca (Coca) o la propia capital de la provincia. Las primeras excavaciones, han mostrado que esta ciudad obedece a las características de un municipio flavio en el que se dió un proceso de romanización más acusado que otros municipios de la época como Astorga (León) o Tiermes y Uxama (Soria); ya que se han encontrado algunos vestigios que ponen de manifiesto el culto a dioses romanos como Minerva o Diana, relacionados con sectores artesanales o con ritos de fertilidad. Pese a ello, la romanización convivió durante mucho tiempo con las formas de vida indígenas procedente de los pueblos celtibéricos, ya que en algunas edificaciones se conservan restos onomásticos de familias celtibéricas. Los trabajos realizados en Los Mercados han diferenciado tres asentamientos sucesivos en otros tantos periodos históricos, datados en la segunda Edad del Hierro y en las épocas romana y visigoda respectivamente. Según la documentación recogida y compilada durante este estudio, la presencia romana en la zona comenzó durante las campañas de Tito Didio en el año 94a.C.; convirtiéndose paulatinamente en un centro de control territorial que contaba con una amplia zona cerealística y las explotaciones mineras de la comarca de Riaza. Las investigaciones pretenden también dar a conocer el nombre de la ciudad romana de Duratón, con el fin de corroborar la información obtenida por el geógrafo romano Ptolomeo en el siglo II; donde cita dos importantes enclaves entre Segovia y Tiermes llamados Confluenta y Tucris. Aunque su ubicación exacta aún no ha sido determinada, las coordenadas facilitadas por Ptolomeo parecen indicar que el poblado de Los Mercados pudiera corresponder con la primera de las ciudades; hecho al que se une la hipótesis de que el nombre pudiera venir dado por que en la zona “confluyen” los ríos Duratón y Serrano. “Los Mercados” fue declarado en 1994 Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica. Lamentablemente esta zona está actualmente sometida a una degradación continua y a la destrucción progresiva de los restos arqueológicos, debido a la actuación de excavaciones clandestinas y —de forma principal— al laboreo agrícola extendido en las casi 200 hectáreas que ocupa el yacimiento.
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