Edad Media: Fernando I; Castilla, de condado a reino (1035-1065)

 

ernando I, primer rey castellano
  Surge la idea de Reconquista
  La frontera
  Fin de la iniciativa musulmana 
  Cobro de parias
  Una sociedad en guerra
  El poder político
  Sumisión de la Iglesia al trono
  Unión de Castilla y León
  Disputas entre Castilla y Navarra
  Lucha contra los reinos de Taifa
  Castilla y León, un reino poderoso
   
demás...
 

¿Qué pasaba en Maderuelo?

   
 

Fernandus I Rex

 

 

 

 

 

 

 

urge la idea de Reconquista 

Antes de nada, debemos recordar que la idea de Reconquista es algo puramente medieval. Hasta el reinado de Fernando I no empezó a desarrollarse la idea de reconquistar el territorio dominado por los musulmanes. Hasta ahora, los avances producidos se deben más al abandono de tierras por los musulmanes (el valle del Duero) y la ocupación de estas por avanzadas de población. La Extremadura castellana (zona entre el río Duero y el Sistema Central) será una zona de frontera durante todo el siglo XI. 

 


a frontera

 La frontera (y Maderuelo lo es durante todo este siglo) no puede considerarse una línea amojonada.  Sería más bien un espacio permeable que separa a dos civilizaciones que nunca llegaron a fundirse.  Esto no impidió la existencia de un comercio más o menos activo durante los periodos de paz.  Las gentes establecidas en tierras de frontera, además de labrar la tierra, serían guías de huestes (tanto de uno como otro bando), intérpretes.  Incluso cristianos de frontera se alistaban como mercenarios o farfanes en los ejércitos de los reinos de Taifa musulmanes, en guerra constante contra los reinos de Taifa vecinos.

 


in de la iniciativa musulmana

Las campañas de Almanzor durante el último cuarto del siglo X no sólo detuvieron el avance cristiano, sino que forzaron el abandono de posiciones y territorios que se habían ocupado en la primera mitad de siglo. Incluso, aunque la desaparición de Almanzor y su hijo, supuso el fin de la iniciativa musulmana (no se recuperará nunca más, salvo durante periodos muy aislados), los castellanos no estuvieron en condiciones de recuperar las posiciones perdidas hasta mucho más tarde (fines del siglo XI).

 


obro de parias

Los reyes Fernando I y Alfonso VI establecieron la hegemonía castellana sobre todos los reinos de taifa. Los castellanos cobran parias (una cantidad de dinero que es elevadísima) a cambio de protección a los reinos de taifa.  No pagar en tiempo y forma suponía para los atribulados musulmanes recibir una expedición de castigo que esquilmaba aún más sus debilitados recursos.  Los débiles reinos musulmanes no tienen otro remedio que “comprar” de esta manera una más que precaria paz, que les deja exhaustos económicamente y a merced del poderoso reino castellano.

Esta situación se mantendrá hasta la caída del reino de Toledo (1085) y la llegada de los almorávides (pueblo bereber que domina todo el Norte de África). Tras la batalla de Sagrajas (o Zalaca) en 1086, la situación de preponderancia del reino de Castilla desaparece de golpe. Para compensar la iniciativa musulmana, el rey Alfonso VI intentará crear un sentimiento pan-hispánico, intentando acercar a los reyes de Aragón y Navarra y a los condes catalanes.

 


na sociedad en guerra

En el siglo XI se vive una situación de guerra continua (enfrentamientos fronterizos, razzias en busca de botín por unos y otros vecinos, algunas batallas, guerra civil en Castilla-León por la herencia de reyes ...).  Ello obliga a que los deberes militares alcancen a todos los sectores de la población castellana y favorece la movilidad social, ya que muchos pequeños propietarios villanos consiguen por méritos de guerra y botín aumentar su status social. 

Es prerrogativa del  rey la convocatoria del ejército (mediante el fonsado), de organización del ejército y dirección de la guerra.  Esto no significa que participe en todas las campañas; muchas razzias eran llevadas a cabo por algún noble (el ejemplo más claro será El Cid) para castigar a los reinos de taifa remolones a la hora de pagar las parias.

El ejército real está compuesto por las mesnadas del rey: nobles de su séquito con su gente, obispos con la hueste del obispado. Además se movilizan las milicias concejiles de las villas: caballeros villanos y peones (estos forman la mayoría de esta milicia) que se irá mostrando vital para el ejército del rey, sobre todo a partir del siglo XII.

 


l poder político

Fernando I consolida su posición como detentador del poder político en el Concilio (reunión de nobles y obispos) de Coyanza (actual Valencia de Don Juan en la provincia de León) de 1055, aunque debe tomar sus decisiones con la anuencia de obispos y nobles que serán a partir de ahora los otros detentadores del poder.

 


umisión de la Iglesia al trono

La  reconquista trajo como consecuencia la creación de nuevas sedes episcopales y la restauración a algunas antiguas sedes hispano-godas. La delimitación de estas sedes será un gran problema debido a que no se conocían las delimitaciones antiguas y debieron establecerse de nuevo. Maderuelo será uno de las villas en conflicto entre los diversos obispados. Hablaremos de ello más adelante. 

Otro problema fue la determinación de la jerarquía entre sedes. Hasta la conquista de Toledo, Santiago de Compostela es la cabeza de las sedes, pero la conquista de Toledo (con Alfonso VI) supone devolver la antigua primacía hispana del obispado Toledano.  Además, esta primacía, al estar dentro del reino de Castilla, da a su rey una cierta primacía sobre el resto de reinos cristianos.

Fernando I consigue supeditar la iglesia al trono.  Antes del Concilio de Coyanza (1055), el rey tiene la potestad de nombrar obispos. La teórica dependencia jurisdiccional del Papa de Roma no existe. Los obispos pueden establecer cánones o leyes por las que se gobiernan las iglesias de cada obispado, pero bajo protección regia (reminiscencia de la época visigoda). Dentro de los propios obispados, hay muchas “iglesias-propias” (esto es: iglesias bajo el patronato de nobles, e incluso del propio rey, que no están bajo jurisdicción episcopal) que permiten a los nobles designar clérigos que rezan en ellas y cobrar las rentas de dichas iglesias. Muchos monasterios fundados por el rey o algún noble escapan igualmente al control del obispo.

En el Concilio de Coyanza, impulsado principalmente por el Papa de Roma, se ordena la vida de los clérigos, se marca el nivel mínimo de conocimientos que hay que tener para se clérigo, manera de enseñar la doctrina cristiana, los monjes de los monasterios deben regirse por la regla benedictina, los monasterios quedan bajo jurisdicción episcopal, se prohíbe la potestad de seglares sobre las iglesias propias. A cambio de todo esto, el rey mantiene el derecho de nombrar Obispos.

 


nión entre Castilla y León

Como ya vimos, la muerte de Sancho Garcés III (el Mayor) de Navarra en 1035 supuso el nacimiento de los reinos de Castilla y Aragón. El navarro consideraba (como hicieron todos sus antecesores) el reino como una hereditas que puede repartirse entre los hijos. Así, el primogénito, García, heredó el título de rey de Navarra junto con el reino y las posesiones ganadas a Castilla durante el reinado de su padre: Álava, Vizcaya, Oriente de las provincias de Burgos y Santander. Ramiro, un hijo bastardo, hereda el condado de Aragón. Gonzalo, el condado de Sobarbe. Por fin, Fernando recibe el condado de Castilla. En principio no se proclama rey, pero después del enfrentamiento con Vermudo de León en Tamarón (1037) tomá el título de rey de León y Castilla. La muerte del rey de León en la batalla de Tamarón deja el trono leonés en manos de Fernando que está casado con Sancha, hermana y heredera legal de Vermudo.

En la primavera de 1038, Fernando, que cuenta con el apoyo de una gran parte de la nobleza leonesa entra en León y se proclama rey. Venció sin demasiados problemas la resistencia de algunas facciones nobiliarias leonesas y gallegas.

 


isputas entre Castilla y Navarra

Las relaciones con su hermano García de Navarra fueron buenas durante muchos años, hasta que en 1053 los navarros toman los castillos de Ubierna, Piedra y Urbel (los tres a unos 25-30 kms. Al Norte de Burgos) pertenecientes a Castilla. El rey Fernando organizó su ejército en 1054 para recuperar lo perdido. García de Navarra le sale al encuentro y ambos ejércitos se encuentran en Atapuerca (a 15 kms. Al Este de Burgos). El ejército navarro es derrotado y el rey García muerto durante la batalla. En el mismo campo de batalla es proclamado rey de Navarra el hijo de García, Sancho Garcés IV. Fernando no se opuso a su proclamación a cambio de que los navarros devolvieran los castillos tomados el año anterior, además de Castro Urdiales, La Bureba y los Montes de Oca (territorios tradicionalmente pertenecientes a Castilla). Navarra aún mantiene Álava, Vizcaya, Pancorbo y La Rioja.

Un nuevo enfrentamiento entre Castilla y Navarra (entre 1058 y 1062) permite a Fernando recuperar la zona occidental de La Rioja. También, las parias del reino taifa de Zaragoza (que pagaban antes a Navarra) pasan a ser cobradas por el Castellano. La protección de Castilla a Zaragoza impedirá durante muchos años la expansión de los reinos pirenaicos hacia el Sur.

 


ucha contra los reinos de Taifas

El final del reinado de Fernando I está marcado por la lucha contra las Taifas.  Entre 1056 y 1058 recupera las perdidas tierras de Lamego y Viseu (en Portugal). En Castilla estimuló, mediante cartas pueblas, la repoblación de Gumiel de Izán (1042), Hontoria y Baños de Valdearados (1044 y 1048), Peñaranda de Duero, Aranda de Duero y Castrillo de la Vega (1054). Igualmente tomó Gormaz y Berlanga (1054) a los musulmanes.

Se puede decir que el Norte del Duero está sólidamente poblado, aunque la Extremadura castellana sigue siendo un territorio de frontera. En 1060, la Crónica Silense nos cuenta que, desde San Esteban, Fernando I avanza hacia Berlanga y Vadorrey, llegando a amenazar la calzada romana que une Toledo con Zaragoza (gran vía de comunicación entre Al-Andalus y el valle del Ebro). Todo este avance se hace aprovechando las continuas luchas de Al-Muqtadir de Zaragoza con Ramiro I de Aragón y Ramón Berenguer I de Barcelona.

En 1062, desde Sepúlveda (en ese momento una fortaleza fronteriza más que una villa) parte el rey con su ejército, cruza Somosierra y razzia Talamanca del Jarama, Guadalajara y Alcalá de Henares. El rey taifa de Toledo Al-Ma’mun acuerda pagar parias a Fernando, con lo que este se retira.

Al año siguiente, en 1063, Fernando atraviesa el reino de Toledo y lanza una gran razzia sobre el valle del Guadalquivir. El rey de Sevilla Al-Mutadid conviene también en pagar parias al castellano-leonés. Con ello, los tres reinos de taifa más importantes de la península (Zaragoza, Toledo y Sevilla) pagan parias a Fernando I.

En 1064, ataca Coimbra, que capitula tras un duro asedio. La frontera en la zona de Portugal se acerca ya al río Tajo.

Como en 1065 Al-Muqtadir de Zaragoza no había renovado el pago de parias, Fernando I alistó a su ejército y razzió todo el reino de Zaragoza. Incluso aprovechó para pasar al reino de Valencia y acometer grandes saqueos. Terminando la campaña, en octubre, el rey sintió enfermar y adelantó la vuelta a Castilla.  El 27 de diciembre de 1065 falleció en León.

 

 


astilla y León, un reino poderoso

Los  reinos de Castilla y León son, unidos, a la muerte de Fernando I,  la fuerza más poderosa, con mucho, de la Península Ibérica. Las taifas de Zaragoza, Toledo y Badajoz deben parias a Castilla-León. Valencia y Sevilla también han debido claudicar ante el rey  castellano. Navarra, además de perder territorios, es un reino vasallo de Castilla y León.  Aragón no es más que un minúsculo principado en las estribaciones de los Pirineos.

 

 

mientras ... ¿qué pasaba en Maderuelo?

En esta época, Maderuelo es la fortaleza punta del despliegue castellano y Ayllón es el primer punto de la defensa musulmana de la región de Atienza. 

En 1062, desde Sepúlveda (en ese momento una fortaleza fronteriza más que una villa) parte el rey Fernando I con su ejército, cruza Somosierra y razzia Talamanca del Jarama, Guadalajara y Alcalá de Henares. Es muy posible que participaran tropas acantonadas en maderuelo,  que pertenecía a Sepúlveda en sus inicios, aunque no fuera villa aún.

Hasta finales del siglo XI, con la toma de Toledo y su región por Alfonso VI (1085) no puede iniciarse una repoblación en regla de la Extremadura Castellana.

La delimitación de las nuevas sedes episcopales será un gran problema debido a que no se conocían las delimitaciones antiguas y debieron establecerse de nuevo. Maderuelo será una de las villas en conflicto entre los diversos obispados. Hablaremos de ello más adelante. Otro problema fue la determinación de la jerarquía entre sedes.